Capitulo 4. SMS.

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CAPÍTULO 4

‘’Si tienes alguna pregunta más llama’’

Las palabras de esa mujer no paraban de retumbar en la cabeza de Alex.

Al llegar a casa, lo primero que hizo fue guardar el número de la tarjeta que le había dado Sandra en la agenda del móvil. Se puso el pijama y se sentó frente al ordenador de su escritorio. Dejó la tarjeta de visita en la mesa y se le quedó mirando. 

‘¿Que hago? Si la llamo, será muy atrevido’ No dejaba de darle vueltas a la cabeza. ‘Es demasiado mayor para mi’ ‘Ni siquiera creo que le gusten las mujeres’ ‘Tendrá novio, si. Lo más seguro es que tenga novio’. Tras varios minutos de reflexión tiró la tarjeta al cubo de basura que tenía a su derecha. Se volvió a hacer la coleta, se puso sus gafas, encendió el ordenador y siguió con un trabajo que tenía pendiente del instituto. 

- El Régimen de la restauración, precioso tema - Dijo Alex sarcástica en voz alta -¡A por ello!     

Remangó las mangas de la sudadera que llevaba puesta y se puso a escribir sobre todo lo que se acordaba de lo que había visto en clase. Una buena técnica que había aprendido de su profesora de historia, a la que le tenía muchísimo aprecio. Le había ayudado a afrontar tanto problemas personales como problemas académicos, siempre estaba ahí para escuchar cualquier cosa que a Alex le inquietara. Pero se sabía distinguir entre ‘amiga’ y ‘profesora’.

Alex llevaba ya un rato escribiendo y de repente su mente se bloqueó. Sólo le salía la cara de la asesora pelirroja. Sandra. - ¿Y que leches quiere que le pregunte? Perdona, ¿Quieres ir a tomar algo, Guapa?- Se dijo a si misma mientras hacía muecas de ‘Seducción’. 

Alex, ¿Con quién narices estas hablando?- Preguntó su madre desde el otro lado de la puerta. Nadie Mamá, estaba pensando en alto. Vale, vale - Contestó su madre mientras se alejaba por el pasillo.

‘Dios, que vergüenza’ Pensaba Alex ‘Tengo que dejar de pensar en alto, me puede traer PROBLEMAS’ Recalcó en su mente.

Guardó el trabajo en el ordenador, se levantó y se dirigió a la cocina. Se le antojaba un cacao con leche. Mientras se echaba la leche en la taza se quedó pensando en la forma de andar que tenía Sandra, dando pasos por ese despacho, por esos pasillos…Cuando se quiso dar cuenta, había tirado la leche por toda la mesa. 

¡Mierda, Mierda, Mierda!- Gritó. ¿Que pasa…Que has hecho?- Le dijo su madre mientras entraba por la cocina. Joder mamá, que me he despistado un poco y…Y lo he tirado, tranquila que ahora lo friego. Más te vale que lo friegues- Le contestó su madre en tono amenazante- Por cierto me ha llamado mi asesora. ¿QUE?¿PARA QUE?-le contestó Alex casi sin dejarle terminar la frase a su madre. ‘¿Para que habrá llamado?’ Pues lo primero me ha dicho que has sido muy educada y amable, no esperaba menos. Y que para la próxima vez que tenga que llevar papeles y facturas que te mande a ti que se te da muy bien-Le dijo a Alex mientras ésta limpiaba la leche del suelo con un trapo. Pues habrá que hacerlo…No te voy a decir que no.-Le contestó con una mueca de desagrado. ¿Tienes pensado comer?- Le preguntó. Pues la verdad es que no, me iba a preparar un cacao ¿Quieres uno?- Dijo mientras señalaba la taza de leche. No cariño, muchas gracias. Voy a hacer algo para comer y si tienes hambre te calientas un plato.

Alex se preparó el cacao mientras su madre preparaba las cosas para empezar a hacer la comida, y en canto lo tuvo listo lo cogió y le dio un beso en la mejilla a su madre.

Te quiero mamá- Le dijo Alex justo después de darle el beso. Yo a ti…ya sabes que no- Le dijo mientras le sonreía. Me voy al cuarto a seguir con historia… Tú y la historia…Lo dicho, si quieres comer más tarde en la nevera tienes.

Alex se dirigió a su habitación, se sentó en la silla en frente del ordenador, apoyó los pies en la esquina de la mesa, puso el cacao en la mesa y cogió el móvil. Le dio un poco de pereza seguir con el texto. 

Leyó los mensajes de sus amigas… Y había una llamada perdida. Alex siempre tenía el móvil en silencio para que no le molestara el sonido de los mensajes que le mandaban continuamente sus amigas. ‘No puede ser, ¿Para qué me habrá llamado? ¿Cómo ha conseguido mi número?’

Alex no se lo pensó mucho, por que sabía que si se lo pensaba no lo iba a hacer. Envió un mensaje a Sandra. ‘¿Cómo has conseguido mi número de teléfono?’. Dejó el móvil sobre la mesa y cogió la taza de cacao y le dio un sorbo.

Antes de tragar el sorbo de cacao le sonó el móvil, ‘joder, que rápida’. Cogió el móvil y leyó el mensaje:

S(Sandra): ¿De verdad quieres que te lo diga?

A(Alex): No estaría mal, si no, no te habría preguntado.

S: Vale. Cuando se te cayó el bolso una de tus tarjetas de visita se te cayó, y la cogí. ¿Algo más que quieras saber?

A: Bueno, tiene su lógica. Y no, no tengo más dudas por el momento, gracias.

S: De todas formas, si quieres saber algo más prefiero que vengas a preguntármelo a la oficina y no por mensajes.

A: ¿Por qué?

S: Por que una cosa es curiosidad y querer saber, que si verdaderamente estás interesada vendrás. En cambio, si simplemente estás aburrida me escribirías por aquí. Y no quiero perder el tiempo.

A: Me parece bien. Iré. ¿Que horario tienes?

S: De 8am a 2pm de Lunes a Sábado, y de 3pm a 8pm de Lunes a Viernes. ¿Me has entendido?

A: Si, gracias. Me pasaré si tengo alguna ‘duda’.

S: Adiós.

A: Adiós (Pelirroja sexy)’Pensaba Alex en su interior’.

Alexandra.Where stories live. Discover now