Día 29, semana 5.

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     Quería desaparecer. Mientras transcurría el tiempo yo sólo quería que la tierra me tragara y e escupiera en una mansión con dinero. ¿Por qué estoy siendo dramático? Pues porque Bangchan me estaba ayudando a asearme, y me era jodidamente vergonzoso que alguien viera mi cosita ahí. Ni siquiera podía verle a los ojos, dios mío. Con Minah fue penoso, pero con él, gente, era peor. Yo era gay, ¿escucharon? ¡Gay! No podía ignorar que él era lindo y que mi...

     El rumbo de mis divagaciones se detuvieron cuan el enfermero hablo.

     —Listo —dijo sonriente, levantando así mismo su equipo para posteriormente retirarse—. Con su permiso.

     «Sale, bro. Te me cuidas».

     Había hecho un buen trabajo, me sentía como nuevo. Suavecito y con olor a bebé.

     —¡Taetae!

     Alguien interrumpió en la habitación de la nada y solté un grito que sonó como un sonido estrangulado. Hasta creo que me orine.

     «¿Qué diablos?» observe estupefacto al intruso.

     Y me lleve la sorpresa de mi vida. El intruso tenia este aire atrevido en la mirada oscura. Cabello semi-ondulado, castaño oscuro. Vestía unos vaqueros que abrazaban sus poderosos muslos, una playera blanca holgada pero que traía fajada y una chamarra verde muy ostentosa. Parecía toda una celebridad, y ni decir de la confianza que desbordaba en sus movimientos, como si pudiera comerse al mundo.

     «¿Eso es Gucci?».

     El extraño incluso se atrevió a reírse de mí.

     —¡Qué lindo! —exclamó.

     Con toda la emoción vino y apachurro mis mofletes.

     «¿Qué pedo con este tipo? ¡Es muy aventado! ¡Ayuda!».

     —¿No estas feliz de verme, mi pequeño Taetae? Yo te he extrañado todo este tiempo —un puchero apareció en sus labios.

     Aun entre mi desconcierto no puede evitar pensar que eso fue tierno.

     Él me miró esperando a que contestara, y cuando vio que comencé a escribir en mi libreta su entrecejo se frunció esperando.

     —¿Quién eres?

     Sus ojos se abrieron cómicamente como platos que casi me hacen reír.

     —¿Cómo es posible que has olvidado a tu sexy novio?

     «¿Ahhh? ¿Otro? ¿Qué, que?».

     Si hubiera estado tomando agua, seguro se la escupo en la cara y después me ahogo.

     Al parecer vio mi cara de incredulidad porque se mordió el labio y me observo afligido.

     —Oh, ¿Entonces si es verdad que perdiste la memoria?

     Asentí con lentitud procesando que otra víctima de mi infidelidad había aparecido.

     «Santa papaya, realmente no tengo llenete».

     —¡Vaya! Lo siento tanto, Taetae —exclamó con tristeza acariciando mi pelo, pero luego una sonrisa encantadora en forma de corazón apareció en su rostro alzando sus pómulos—. ¡Pero no te preocupes ya estoy aquí!

     Su positividad me hubiera parecido contagiosa sino fuera porque seguía en estado de shook. Sólo le regrese una sonrisa más falsa que mi fidelidad.

     —¿Realmente eres mi novio?

     Tenía que oírlo de nuevo para que me entrara en la cabeza.

     «Creo que debería tatuarme la palabra infiel en la frente».

     —Por supuesto, déjame presentarme como tal —me guiñó el ojo y cuando rio sentí que me paralicé— Mi nombre es Jung Hoseok, y tú eres mi dulce novio. Déjame cuidarte, ¿sí?

     «Mm... vale, uno mas no hace mal a nadie, ¿verdad?».


¿No me recuerdas? || VharemWhere stories live. Discover now