PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.

CAPÍTULO FINAL. IRÍA POR TI, HASTA EL FIN DEL MUNDO

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Las horas habían pasado con demasiada calma, Simón se sentía cada vez peor, sabía que pronto oscurecería y no estaba seguro de poder pasar la noche, sabía que aún que logrará sobrevivir al siguiente día, no había esperanzas para ellos, era imposible que los encontraran y más imposible todavía, era un rescate en aquellas condiciones. No entendía como ellos seguían teniendo esperanzas, y lo peor era que en momentos lograban que él también las tuviera.

_ Bebe esto. - le acercó Damián una botella de agua a Simón.

_ Déjenla para ustedes. - la rechazó. _yo no voy a sobrevivir tanto como ustedes.

_ No vamos a estar mucho tiempo aquí. - insistió él.

_ ¡Basta! - exclamó exasperado. Retorciéndose de dolor. _tanto ustedes como yo sabemos que nadie llegará a rescatarnos, ¿por qué seguir con esta farsa?

_ Vendrán. - dijo Damián con convicción. _en cuanto mi hermano sea informado de nuestra desaparición, iniciará la búsqueda.

_ Pueden iniciar todas las búsquedas que quieran, pero no darán con nosotros.

_ No conoces a Santiago, no puedo decirte si tardará mucho o poco, pero nos encontrará, y hará todo lo posible por sacarnos de aquí. Lo hará. - trató de animarlo. _lo sé, él no nos dejará.

_ ¿Cómo van a saber en dónde estamos? - lo miró aun escéptico.

_ Por esto. - levantó su celular. Estaba, apagado, con la pantalla estrellada y totalmente fuera de servicio,

_ No tiene señal. - le indicó como si Damián no lo supiera ya.

_ Aun así ellos sabrán cómo hacerlo. - sonrió, confiaba en su hermano y lo esperaría. Laura se había, quedado dormida en sus brazos, había localizado unas mantas delgadas y le había puesto una a Simón y otra a Laura. Rogaba porque llegarán a tiempo, por Simón, su respiración cada vez se hacía más superficial y aunque trataba, de no quejarse, le era imposible no hacerlo ante el dolor.

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Damián y Laura, despertaron sobresaltado, Simón no había dormido.

Estaba totalmente oscuro, pero afuera se escuchaba el ruido, no de uno, si no de varios helicópteros. Luego un haz de luz se introdujo hacia el interior de la nave, para luego volver a desaparecer.

Damián se incorporó de inmediato y con precaución asomó su cabeza por el agujero que había hecho a la nave, un total de tres helicópteros sobrevolaban el área, una luz cegadora dio de lleno sobre él.

Habían llegado.

Una vez más Santiago había llegado. Estaba seguro de que se encontraba entre los rescatistas.

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Simón no cabía en sí de asombro y de alegría. Nunca pensó que en realidad los encontrarían, y no sólo eso los estaban rescatando, ya habían sacado a Laura. Damián seguía en el interior acompañándolo, y ayudando al médico que habían llevado hasta ahí, el cual le estaba dando los primeros auxilios y estabilizándolo para poder trasladarlo. Sentía que las fuerzas lo abandonaban, pero ya no importaba, tenía una nueva oportunidad, sabía que Saldría de ésta, Damián tenía razón, ese hermano suyo era excepcional.

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Damián presenciaba las labores de rescate, por fin Simón era sacado por los rescatistas de ese avión, Justin iba pegado a él y a su camilla que se balanceaba en las alturas, Damián sintió un gran respeto por ese médico, no importaba, a donde lo llamaran, él siempre estaba ahí, aún a riesgo de su propia vida.

Se sorprendió por el giro que estaban tomando sus pensamientos, él, que siempre había preferido y buscado la paz y la tranquilidad, ahora que se había visto envuelto en varias situaciones de peligro, se daba cuenta de que la adrenalina empezaba a gustarle, y de que, a pesar de existir cierto temor ante el peligro, estaba esa fuerza, ese poder, que los hacía salir adelante y para su sorpresa le estaba gustando.

En esos momentos se había quedado solo, pero no por mucho tiempo, cuando escucho un helicóptero acercarse y miro a la persona que venía por él, se dio cuenta de que era su hermano.

Conmovido se preguntó qué cosa no podría o no sería capaz de hacer  Santiago, nunca pensó verlo suspendido a cientos de metros del suelo, pendiendo de una cuerda, poniendo en peligro su vida. Y una vez más lo hacía por él.

En cuanto se introdujo en la, aeronave ambos se fundieron en un fuerte abrazo, ninguno quería perder a su hermano, ese lazo que había surgido tantos años atrás en medio de la sierra, en aquel desvencijado granero jamás sería quebrantado.

_ No sabes el gusto que me da volver a verte. - dijo Damián.

_ Iría por ti, hasta el fin del mundo. - lo miró agradecido de haberlo encontrado con vida y sin ninguna herida. _ jamás te dejaría, aunque de ello dependiera mi vida.

_ ¡Santiago! - lo reprendió.

_ Tú me salvaste la vida cuando estabas para mí en aquel granero. Eso no se olvida y no tiene precio. - lo abrazo de nuevo.

No vio las lágrimas que asomaron a los ojos de Damián.

_ Y tu salvaste la mía permitiéndome y facilitándome alejarme de ese ambiente y de mi familia. _gracias.

Ambos permanecieron así, fundidos en un abrazo fraternal, hasta que el ruido del helicóptero los volvió a la realidad, ambos procedieron a preparar a Damián, poniéndose el equipo necesario para sacarlo de ahí.

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Horas más tarde, después de ser revisados por los médicos, dar sus declaraciones y ser dados de alta, Damian y Laura descansaban apasibles en la suit de un lujoso hotel, ambos dormían en su habitación, mientras que acomodado en un cómodo sillón Santiago vigilaba sus sueños mirando hacia la puerta cerrada.

Eran su única familia, además de su esposa, su hijo y Nicolás.

Mientras viviera velaría por ellos.

                          FIN