CAPÍTULO 71 EN MANOS DEL DESTINO

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Santiago se encontraba en su oficina, encargándose de cuestiones administrativas, de las cuales generalmente se hacía cargo Damián, lo extrañaba, sobre todo cuando tenía que hacer eso, lo cual no le gustaba, ya habían estado fuera dos semanas disfrutando su luna de miel, en un par de días estarían de regreso, si no es que alargaban más su estadía, como lo venían haciendo desde que se fueron. De cualquier forma el estaba a feliz por ellos, merecían ser felices y disfrutar, sobre todo después de todo lo que habían pasado en los últimos tiempos.

El sonido insistente de su celular lo hizo reaccionar. Miró el número desconocido y automáticamente rechazó la llamada, el teléfono volvió a timbrar y volvió a rechazarla, el sonido se dejó escuchar una tercera ocación y llamó su atención.

_ Diga. - contestó.

_ ¿Usted es el señor Santiago Morán? - se escuchó una voz nerviosa al otro lado de la línea.

_ ¿Que desea? - interrogó exasperado.

_ Verá... - dudó el hombre al otro lado. _ hubo un inconveniente...

_ ¿Que clase de inconveniente? - alzó la voz con molestia. _¿de que me está hablando?

_ Se trata de su hermano Damián y de su esposa.

Santiago se puso en alerta.

_ ¿Qué sucede con Ellos? ¿Quien es usted?

_ Hace unas horas perdimos contacto con ellos, soy el encargado de la empresa en donde rentaron una avioneta. Usted es el contacto que él dejó. Ya se están llevando a cabo las operaciones de rescate, pero aún no sabemos que sucedió.

Un sudor frío recorrió el cuerpo de Santiago, con rapidez hizo algunas indagaciones más con el hombre y marcó el número de Gustavo. Cinco minutos después, estaba en conferencia telefónica con Gustavo, Roberth, Justin y James jefe de sistemas de Gustavo, quien desde su centro de trabajo, empezó a manipular un sin fin de aparatos que pocos sabían cual era su funcionalidad.

*****
Damián escuchó la voz de alarma del piloto, hacía una hora habían rentado esa aeronave como parte de su viaje turístico, Damián quería, que Laura disfrutará de las hermosas vistas  de ese enorme parque, una hermosa y vasta reserva natural, que él tanto amaba. Se había sentido satisfecho al observarla y ver cuánto le agradaba a ella también. Ver su sonrisa y sus ojos brillar, no tenía precio.

Cuando escuchó al piloto decir que no tenían fuerza y luego que perdían altura, Damián pensó que se solucionaría, pero cuando miro al piloto y vio su rostro pálido, su frente perlada de sudor, los nudillos de sus manos blancos por la fuerza que ejercía al aferrar el mando del avión y la  mirada cargada de angustia que les dirigio, supo que no había vuelta atrás y que no habría solución.

Instintivamente abrazó a Laura, a él no le importaba morir y menos si lo hacía al lado de ella, pero no quería que ella perdiera la vida y menos en esas circunstancias y aún menos después de la noticia que le había dado apenas esa mañana.

_ ¿No sería gracioso? - había dicho. _ ¿que quedara embarazada en mi primer noche, en mi luna de miel?

_ ¿Que? - había gritado él sorprendido. ¿Estás embarazada?

Ella lo había mirado desde la cama soñolienta, mientras el se vestía.

_ Habría que confirmarlo con un médico, pero parece que sí. - sonrió con inocencia.

El se abalanzó sobre ella feliz, un hijo, era lo mejor que podía pasarle, sobre todo cuando no habían hablado a ése respecto y el pensaba que ella no desearía tenerlos tan pronto, cuando estaba en la flor de su edad, con un futuro muy prometedor dentro de la empresa y en donde podría llegar muy lejos si se lo proponía.

PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora