CAPÍTULO 54 HABLANDO

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Cuando regresaron al rancho, había mucho movimiento.

Roberth coordinaba a sus hombres, ya había mandado de regreso el equipo técnico que se había utilizado y a los expertos que lo manejaban, un helicóptero, había aterrizado para llevarlos.

Ahora Roberth sólo esperaba instrucciones de Santiago, ya habían trasladado a todos los prisioneros a la parte de enfrente de la casa, sacándolos del bosque que es donde los tenían concentrados.

Los hombres de Santiago se mantenían vigilantes.

Había oscurecido por completo y no se descartaba algún intento de ataque de alguno de los grupos que habían apoyado a Rigoberto, aunque era improbable que conocieran aún los hechos, de cualquier forma, no estaba por demás permanecer alertas.

_ ¿En dónde lo tienen? - preguntó Santiago refiriéndose a Rigoberto.

_ Esta con sus hombres, señaló a uno de los grupos que se encontraban diseminados por todo el lugar.

Santiago miró en esa dirección y lo vio. Permanecía sentado como todos los demás, con las manos atadas a la espalda y era el único que estaba amordazado.

_ Tuvimos que callarlo. - dijo Roberth anticipándose a la pregunta de Santiago. _es un cobarde de primera, no dejaba de gritar y llorar.

Santiago no dijo nada, lo conocía y sabía de su cobardía, <<ya tendría tiempo suficiente para llorar y pedir perdón si es que lo hacía>> Pensó. Pagaría lo que había hecho, de eso estaba seguro.

_ Quiero ver a mi hermano. - dijo.

_ Roberth señaló el interior de la casa.

*****
Laura había sido conducida hacia una de las habitaciones del lugar, le habían pedido que descansará antes de iniciar el viaje de regreso. Ella no podía hacerlo, se sentía perdida y triste, acababa de pasar por uno de los peores momentos de su vida, había estado a punto de morir, su novio había estado a punto de morir, así como su hermano, ella esperaba tenerlo a su lado, pero el parecía rehuirla, había estado con ella hasta que supo que ya no corría ningún peligro y luego... Nada, había desaparecido, ella se sentía sola y vacía, necesitaba su calor, necesitaba su consuelo, lo necesitaba a él. No entendía su actitud.

Sobresaltada escucho unos ligeros golpes en la puerta y antes de dar permiso para que pasaran ésta se abrió dando paso a Santiago, alcanzó a ver como Bruno se quedaba afuera resguardando a su jefe.

_ Hola. - dijo Santiago. Se veía cansado, su cuerpo presentaba los signos de la violencia vivida horas antes, pero se mantenía en pie, era un luchador. _¿Estás bien? - preguntó.

Ella asintió mirándolo con tristeza, no podía decirle que su hermano se había desentendido de ella y no sabía porqué, pero podía imaginarselo, seguramente él daba por hecho que esos hombres la habían ultrajado, él le había pedido matrimonio antes de que todo eso empezará y ahora no sabía como decirle que no podía casarse con una mujer en sus condiciones.

_ Pensé que estarías con Damián. - dijo mirando a su alrededor buscándolo.

_ Desde que me dejó aquí no lo he visto. - dijo. _estoy empezando a preocuparme.

_ No tienes porqué hacerlo. - se acercó. _el lugar es completamente seguro ahora. _probablemente pronto estará contigo.

A él no le pasó desapercibida su tristeza y se imaginó la situación. Seguramente Damian estaba asustado, no por él, si no por lo que estuvo a punto de sucederle a ella y conociéndolo estaría culpándose.

_ Trata de descansar, en unas horas partiremos. Todo va a estar bien. - la abrazó con ternura.

Las lágrimas afloraron a los ojos de ella, deseaba con toda su alma que fuera Damián el que estuviera ahí con ella, abrázandola y diciéndole esas palabras, pero no era él.

PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Where stories live. Discover now