Laura trabaja para una empresa muy importante, sin duda ha triunfado en la vida, a pesar de provenir de un poblado en la Sierra, en donde lo único que progresa es el narcotráfico y los grupos del crimen organizado.
Huyendo de todo eso consiguió marc...
Damián miró a Simón, su mirada, acusadora lo decía todo. El bajó la mirada apenado.
_Sabías esto. - dijo molesto.
_ Perdónenme, tenía la esperanza de que no fuera tan malo y de que hubiera una mínima forma de salir de aquí.
_ es imposible salir caminando, si nos encontramos a cientos de metros sobre tierra firme. - dijo Damián.
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Efectivamente, Como última opción, Simón había visto la posibilidad de hacer una maniobra, totalmente arriesgada y mortal al enfilar la aeronave hacia ese acantilado, con la esperanza de lograr atinarle a una de las grandes cuevas formadas en él. Cuando menos tenían una mínima posibilidad de sobrevivir, ya que su otra opción era estrellarse en algún lugar de ese escabroso paisaje, ya que no había a la vista ni siquiera la más remota posibilidad de encontrar un área despejada, por pequeña que fuera para poder intentar un aterrizaje forzoso.
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_ Lo lamento. - dijo con angustia y respirando con agitación. _esto no debería haber pasado. No entiendo que sucedió. - dijo refiriéndose a la falla mecánica.
_ Deja de preocuparte. - se acercó Damián para tranquilizarlo. Se veía muy mal. _los accidentes pasan, pronto nos rescatarán.
El negó con la cabeza.
_ Ya no tenemos posibilidades, no hay forma de que nos localicen, pueden pasar semanas, quizás meses antes de que alguien descubra en donde nos encontramos, los aparatos no funcionan, estamos escondidos en esta cueva, que además bloquea toda señal que pudiéramos tener, y nuestra ubicación no es visible ni siquiera para alguien que estuviera buscándonos. - dijo abatido.
_ No nos vamos a dar por vencidos. - lo animo Damián. _Vamos a esperar. _cuéntanos. - se acomodó junto a Laura lo mejor que pudo, no sin antes dejar a Simón también, en una postura que no lo lastimara tanto. _ ¿cómo son tus niños? ¿Qué les gusta hacer?
Laura recostó su cabeza y empezó a escuchar la conversación que su esposo le sacaba a ese hombre. Se le dificultaba cada vez más hablar, pero tanto ella como Damián sabían que tenía que permanecer distraído para ayudarlo a soportar la espera.
