CAPÍTULO 71 EN MANOS DEL DESTINO

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_ ¡Vamos a ser padres! - la habia, abrazado con efusividad llenandola de besos, ella se había dejado hacer, pero luego lo había parado.

_ Recuerda que no es seguro. - le había dicho acariciando su rostro con ternura, no quiero que te desilusiones si no es así.

_ Sí me ilusiono. - había contestado él, si resulta que no es, lo intentamos de nuevo. - la envolvió entre sus brazos ante la risita travieza de ella.

Ahora la veía y la volvía a envolver entre sus brazos, pero lo hacía por instinto, por protección, deseaba que nada le pasara ni a ella ni a su hijo si es que había uno, aunque él creía firmemente que lo había.

Ella lo miró a los ojos antes de esconder su cabeza sobre su pecho.

_ Te amo. - le dijo como si se despidiera. _siempre lo haré.

_ Y yo a ti. - contestó apartandola con premura y abrochandole su cinturón de seguridad, para hacer lo mismo con el de él. Luego la tomó de la mano segundos antes de sentir el impacto.

*****
Damian volvió en si, el lado izquierdo de su cabeza sangraba, sentía dolor en todo el cuerpo y la cabeza parecía querer estallarle.

De inmediato recordó lo sucedido, con rapidez soltó su cinturón de seguridad, que cedió con facilidad, luego miró a su alrededor buscando con angustia a Laura, el impacto la había proyectado con todo y asiento poco más adelante, yacia inconsciente, ligeramente alejada de su lugar original, aun tenía su cinturón de seguridad y no se veian lesiones a simple vista. Se apresuró a llegar hasta ella, la reviso con impaciencia y constató que se encontraba bien, solo que estaba cubierta por algunos escombros de la nave.

Damian intentó liberarla para tratar de reanimarla, tenía pulso y estaba respirando así que <<no podía ser tan grave>> Pensó.

Tenía que darse prisa, no sabía en qué condiciones reales había quedado la nave y si corría peligro de incendiarse. Desabrocho el cinturón de Laura y trató de moverla, ella se quejó y abrió sus hermosos ojos.

El la abrazó con desesperación, no estaba preparado para perderla tan pronto.

Ella lo miró desorientada.

_ ¿Que sucedió? Me duele mucho mi pie.

El se inclinó para revisarlo, se dio cuenta de que estaba aprisionado entre fierros retorcidos, de inmediato se dio a la tarea de liberarlo.

_ Va a doler cariño. - le dijo. _¿creés que podrás resistir el dolor?

Ella asintió. Era muy fuerte, pero tenía que ser valiente.

Cundo por fin lo consiguió. Lo revisó, estaba sumamente inflamado, quizás tenía fractura, pero aún así tenía que sacarla de ahí. Iba a tomarla en sus brazos para salir, cuando escucharon los gritos de dolor del piloto, era un hombre de unos veinticinco años, padre de dos niños pequeños, les había comentado, ese era su último día de trabajo antes de tomar sus vacaciones, y las iba a pasar en su casa con su familia, porque no tenían lo suficiente para pagarse unas vacaciones en forma, pero estaba feliz de poder estar con su esposa y sus pequeños mellizos, desde que nacieron ellos habían absorbido todos sus recursos y sus energías, había comentado, y aunque al principio había tenido muchos planes y sueños, ahora estaba estancado y en un empleo que no le agradaba, no por el hecho de volar, le encantaba volar, era su pasión, si no por las condiciones en que los obligaban a hacerlo. No eran seguras y a la empresa parecía no importarle. Aún asi el decía no estar arrepentido, mientras tuviera a su familia el estaría bien.

Damian recordó esta platica y se enfureció. Por poco y les cuesta la vida, sin embargo otro grito de dolor lo volvió a la realidad. Miró a Laura no quería dejarla ahí, quería sacarla y llevarla a un lugar seguro, después regresaría por el piloto.

La mirada de ella le dijo que no. Tenía que socorrerlo a él, no sabían en qué condiciones estaba.

Damian avanzó, por entre los escombros hacia adelante, con sorpresa se dio cuenta de que no estaban al aire libre, la aeronave se había incrustado en una especie de cueva, pero no había forma de salir, sus paredes los aprisionaban, la unica forma era retrocediendo y buscar una salida, o hacer una.

Cuando llegó a donde se encontraba Simón, miró como intentaba jalar aire con desesperación, sin lograrlo, su rostro se empezaba a poner Morado. Damian se dio prisa y movió el asiento hacia atrás liberando su cuello que había quedado aprisionado entre el control de mando de la, aeronave y el asiento, aterrado Damian se dio cuenta de que por milímetros ese hombre no había sido decapitado.

Una vez que Simón quedó liberado y que logró llenar sus pulmones de aire, Damian se dedicó a revisarlo, tenía cortes por varias partes del cuerpo, sus manos y brazos lucían raspones y contusiones debido a la fricción  que habían experimentado, y se quejaba de dolor en el tórax y el vientre.

_ Necesitamos salir de aquí y pedir ayuda. - dijo con voz entrecortada. La cabina está deshecha, ningún aparato funciona.

_ Algo tiene que funcionar. - dijo Damian. Ya estaban fuera de lo que había, sido la pequeña cabina y estaban en la parte del fuselaje, junto con Laura. Las alas del avión habían sido arrancadas con el impacto al introducirse dentro de la caverna, era como si la aeronave hubiese sido hecha a la medida y alguien la hubiera colocado en ese sitio. _ MI hermano tiene que saber que nos estrellamos.

_No nos estrellamos. - aclaró Simón d. _de ser así, no estaríamos vivos. _tuvimos un aterrizaje forsozo.

_ Te debemos la vida. - dijo Damián, pero de nada sirve si no nos localizan. Haré un hoyo en la parte trasera y luego pediré ayuda.

Damián buscó algún tipo de herramienta para ayudarse, también logró dar con el botiquín y Laura y Simón pudieron tomar medicamento para el dolor y desinflamar, lo que les permitiría soportar, mientras llegaba la ayuda

No le fue difícil a Damian conseguir  abrir un agujero en la parte trasera de la aeronave, pero cuando miró hacia el exterior quedó consternado. Era imposible que alguien los encontrara.


NOTA:
No se pierdan el último capítulo. Saludos.

PERDIDO EN SU MIRADA No. 4️⃣ //SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Onde histórias criam vida. Descubra agora