Continuación de The Script
Y sí, fue más fácil salir del closet con alguien de su lado, pero no cualquiera, solo ella.
Dos hermosas actrices que aprenden a vivir su amor verdadero, Lets see how that goes...
Los dias siguieron y la habitación de la bebe ya estaba lista, gracias a una abuela y una tía abuela que dedicaban su tiempo libre para ayudar a sus chicas con el anidaje.
Valentina habia tenido unos días pesados en el mundo del espectáculo, su ex habia salido con una sarda y sin fin de mentiras sobre ella en aquel libro, queriendo manchar su imagen a toda costa.
Pero con lo que él no contó fue que la mejor arma de Valentina era su cada día creciente fandom. No necesitaron más campaña de contingencia que ellas y ellos. La estrategia de Sergio fue mantenerse callados por el momento y dejar a las fans hacer su trabajo, al mismo tiempo que Valentina mandaba les mensajes de amor y agradecimiento, sin mencionar la situación con Lucho directamente.
El impulso de la rubia era callarlo a como de lugar, pero Juliana y Sergio le hablaron de no dejarse llevar por el impulso y más bien intentar ignorar lo que decían los tabloides, que más bien se centrara en que todo era mentira y que ahora estaba feliz.
Y pues si, cada día que se iba, Valentina podía decir que lo estaba una y otra vez. Le bastaba con verse al espejo y ver como sus ojos brillaban, cómo sus pesadillas eran menos frecuentes y como ahora se sentía más contenta consigo misma que nunca.
O le bastaba con ver a una muy embarazada Juliana moviéndose por la casa, o no moviéndose.
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"Alguien ayúdeme."
"Juls..."
"Voy a estallar. Ahora sí no hay ni rastro de mis abs."
"Pero es una linda pancita." Valentina le dijo. Juliana giró su cabeza y le sonrío cansadamente, aunque estuviera agotada y se sintiera hinchada de todas partes, lo que hacia valía la pena.
"¿Quieres venir a la oficina de Sergio conmigo?"
"No se..."
"Vamos chiquita, que tal si te das ese baño en la tina, vistes y caminas un poquito."
"Esta bien, de todas formas no creo que ella me deje descansar por mucho tiempo." refiriéndose a la bebe.
Valentina la ayudo a poner sus piernas en el suelo y a levantarse de la silla, para dejarla en pie y que caminara delante de ella. En realidad, si veías a su esposa desde atrás no te darías cuenta de que estaba pipona, de hecho era solo cuando la veías de lado que te dabas cuenta. No habría subido casi de peso de no ser por su pancita.
***
Al salir de la reunión estaban tomando café en la sala y Juliana se habia retirado al baño, pues su vejiga no aguantaba mucho en estos días.
