Jaque Mate [El Juego Final] ©

Capítulo 1: La Casa Del Arbol.

Presente:

MOLY

Acaso...

¿Acaso recuerdan la historia de una chica y un chico que comenzaron siendo los mejores amigos?

Les daré una pista.

Hubo mucho drama, peleas, desacuerdos y hasta problemas un poco fuertes, pero no todo fue malo... también hubo felicidad, risas, momentos realmente perfectos. Los dos chicos lograron salir adelante juntos, dejando atrás todo lo malo por que después de todo, su amor era mas fuerte que cualquier obstáculo.

¿Ya saben cual es?

Creo que si...

Bueno, creo que ya no necesito hablar mas.

- Moly... - Alguien me llamo desde atrás en un pequeño susurro y mi sonrisa se plasmó en mi cara en cuestión de segundos - Amor... - Ahí estaba otra vez, esa voz que alimentaba mi corazón todas las mañana.

- ¿Que quieres James? - Inquirí apretando las sabanas de la cama para abrigarme del frío, mis ojos seguían cerrados pero los abri ligeramente cuando sentí como se movió hacia mi y su mano se deslizó por el costado de mi abdomen, metiendose por debajo de mi vestido para dormir de seda blanca - Dejame dormir... - Se la aparte de inmediato y volví a cerrar los ojos.

- Ya son las 7:30am - informó pero a mi no me importo - ¿No quieres comenzar el dia de una buena manera? - Me preguntó al oído con una voz pícara que me iso terminar dandome la vuelta para verlo, lo mire con diversión, como si lo que hubiera dicho fuera alguna clase de chiste.

- Quiero seguir durmiendo James - Le respondí con un tono de autoridad, para que me dejara en paz.

- Va a ser rápido... - Me suplicó como si fuera un niño pequeño, suspire con frustración - Lo prometo - no puedo creer que no me pueda resistir a esos ojitos tan hermosos, a esa sonrisa, a esa mirada. Era como si me hipnotizara.

- Ok... - Finalmente acepte asi que James sin desaparecer esa sonrisa de gloria, acaricio mi vientre y estaba apunto de quitarme mis bragas pero en cuanto escucho la puerta de la habitación abrirse, cerro los ojos con fuerza y luego se quejo como si dijera: ¡Rayos ya la había convencido!

- ¡Papá! ¡Mamá! - Nos llamaron Jeremy y Jules, nuestros dos hijos gemelos de cinco años, bueno, justo hoy ya son seis años, ellos corrieron hacia la cama y se subieron mientras reían felices - ¡Llego nuestro cumpleaños!

- ¡Hey! ¡Es verdad! - Exclamó James tomando a Jeremy y Jules mientras le daba un abrazo, ellos rieron - ¿Pero tenían que despertarse tan temprano? ¿Por que no van a dormir un rato mas? ¿Si? - Les propuso mientras me observaba a mi. Ya sabia sus intenciones.

- ¡No nos vamos a dormi, papá! ¡Hoy es nuestro día! - Dijo Jeremy sin desaparecer esa risita que lo identificaba, las facciones de su rostro eran sumamente infantiles y hermosas, sus ojos eran marrones iguales a los de James, su cabello era castelló claro y tenia unas ligeras pecas en su rostro. Jules era casi idéntica a el, solo que ella no tenia nada de pecas en su rostro, su cabello era largo, del mismo color que el de su hermano y con rasgos físicos iguales.

- Vamos... vayan a dormir solo un rato mas ¡Diles amor! - Me pidió a mi por que sabia que si yo lo hacia ellos me harían caso, así que me acomode en la cama y observe a Jeremy y Jules quien esperaban a que yo diera la orden.

- Niños...vayan a su cuarto, lavense los dientes y luego vístanse para que todos vayamos a la casa de la abuela mas tarde ¿Ok?

- ¡Ok mamá! - Aceptaron ellos de inmediato, se bajaron de la cama, caminaron hacia la puerta, la abrieron y salieron de la habitación. James indignado los miro con los ojos entre abiertos a lo que yo me reí. Yo no tenía idea por que cuando yo daba las ordenes ellos me obedecían pero cuando se trataba de James todo se hacia muy difícil para el.