Capítulo 18: Tres Locos.

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EDDI

En cuanto abrí la puerta fue como ver algo imposible, algo que creí perdido, algo que a la primera no logre reconocer pero luego sabia de que se trataba.

Mi cuaderno de dibujo.

Estaba allí, en el suelo, justo a unos centímetros de mis pies. Pestañee como un estúpido por un momento, sin poder creerlo ¿como es que eso estaba ahí? ¿quien lo trajo? En realidad la ultima vez que lo tenia fue en la playa, cuando estaba dibujando. Y luego... luego... apareció...

Oh no puede ser.

Tome mi cuaderno con rapidez del suelo y salí de la habitación. Mis nervios habían disminuido, por que creo que sabia de que se trataba, baje las escaleras a la sala y entonces la vi. Mi cara quedo en un estado de shock total, parpadee mas de lo debido como si mi mente hubiera creado una ilusión.

- ¡Hola tontín! - Abigail me saludo con una sonrisa de oreja a oreja parada en medio de la sala, baje un escalón mas y me detuve sin poder creer esto. ¿era ella? ¿como cojones estaba aquí? - Perdón por romper tu taza favorita - Se disculpo apenada y apenas note que a su lado había pedazos de vidrio ¡Entonces eso fue lo que escuche romperse! En su mano había una escoba y con ella estaba barriendo el desastre.

- ¿Abigail que...? - Me acerque con intenciones de atacarla en preguntas, pero mis palabras se frenaron cuando vi que en la cocina estaba Nate, estaba comiéndose la lasaña que había dejado en el microondas pero en cuanto me vio alejo el cubierto de su boca.

- Lo siento... ¿era tuya? - Me pregunto de lo mas normal. Estaba como que muy desconcertado. ¿QUE MIERDA?

- Oigan chicos ¿será que ya lo asustados mucho o...? - Entonces la chica que había visto en la cafetería apareció bajando las escaleras, freno sus pasos y sus palabras al verme pero después unos segundos saco una sonrisa burlona - Oh, creo que nos descubrió - Confeso con un falso animo y... se empezó a reír a carcajadas, riéndose fuerte y con ganas. No pude salir nisiquiera del shock con eso. Mire a Abigail en busca de respuestas pero ella solo saco también una pequeña risa quizás al ver mi cara.

- ¡¿Pero que?! ¡¿Cuando?! ¡¿Estan...?! ¡¿Y el anonimo?! ¿Ustedes están vivos?! - Solté preguntas sin sentido en ese momento. Estaba muy confundido y por mas que quería atar cabos me era imposible.

- Le dije que no te hiciera eso, pero a Abigail nunca la escuchan - Fue lo que dijo Abigail, aun con ese extraño habito de llamarse por su nombre y siguió barriendo los vidrios rotos. Volví a mirar a la chica en la escaleras quien se seguía riendo.

- ¡Ay fue divertido, no digas que no! - Camino hacia nosotros y se cruzó de brazos. Su cabello seguia tan largo que casi le llegaba hasta la parte mas baja de su espalda, y su piel era blanca casi de un color palido, como siempre usaba falda, una camisa de tirantes con una calavera en medio, mayas cubriendo sus piernas, todo en colores, negros, grises, con cadenas y maquillaje negro y muy oscuro.

- Cassandra a ti solo te gusta espantar a gente - le reclamo Nate aun comiendo desde la cocina. Ella lo miro con una ceja levantada y se defendió:

- Y tu comer y comer - Nate no le presto atención y siguió con lo suyo. Cassandra entonces me miro, por un momento permaneció seria pero luego se volvió a reír y obvio era de mi y mi cara de idiota. Mire a la nada fastidiado por su actitud.

- Alguien que no tenga un ataque de risa me puede explicar lo que esta pasando - Pedí mirando a todos lados, Abigail dejo de barrer y rodo sus ojos.

- Cassandra planeo todo esto, lo de la llamada, lo el reloj, lo de la sorpresa, lo de los toques en la puerta, solo fue para asustarte - No supe como tomar esa información, no sabia si reirme, si reclamar, no sabia si moverme. Necesita... estaba... ¡Maldición! - ¡Mira lo hiciste ya ni respira! - Le reclamo Abigail a cassandra pero esta ni se inmuto.

Jaque Mate [El Juego Final] ©Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz