Gitana ··completa··

Capítulo 2

Nacho:

Camino entre el tropel de gente del aeropuerto, me toca esquivar maletas, niños, carritos. No sé qué apuro tendrá las demás personas, pero no creo que sea más importante que la mía.

Busco a mi hermano, que tenía que venir a recogerme. Lo encuentro sentado en una silla de plástico azul con la cabeza gacha y la espalda encorvada mirando el celular. Pongo los ojos en blanco, seguro que está mirando memes en Instagram

-Qué bonita bienvenida, Abril- le grito en el oído, causando que se sobresalte y tire el celular. La única manera en que puede largar ese aparato.

-Loco. Sale una fortuna-se agacha para recogerlo y lo besa-Y no me vuelvas a llamar de esa forma, se ve que los aires europeos no te cambiaron nada-me fulmina con la mirada, pero al segundo me está abrazando y diciéndome cuando fue que me extraño. Que exagerado solo fueron por tres meses.

De pequeños, me gustaba apodarlo con el nombre de diferentes meses, ya que nuestros padres no tuvieron mucha originalidad con él. Julio nació un 15 de julio y nuestra querida madre estaba tan drogada que decidió ponerle el nombre de su respectivo mes de nacimiento.

Soy el mayor de tres hermanos: Camila, que está por cumplir 10 años en una semana, Miguel, el cual se piensa que por tener 15 años ya es un hombre y Julio, que tiene 19 años. Por razones de edad, soy más cercano con él, ya que tengo 22 años.

***

La parte de afuera de los aeropuertos es lo que menos me agrada de los aeropuertos: taxis por doquier, gente que te choca con sus maletas, extranjeros desesperados porque no entienden el idioma; en fin, una porquería. Y acabo de notar todo esto porque llevo más de una hora esperando a mi asistente, Guillermo, que consiga recoger nuestras maletas. Este hombre viaja conmigo a todas las carreras, este año me tocó competir en Francia, poniendo, por tercera vez consecutiva a Carbajal.Inc en el primer puesto internacional de carreras de motocross. Esta empresa me dio todo cuando yo más lo necesitaba, por lo que siempre trato de dar lo mejor de mí.

Apoyado en una columna, siento que unas manos pequeñas me agarran de los hombros y, segundos después, algo se apoya en mis labios. Otros labios. Es un beso. Me están besando.

¿Qué mierda?

De la sorpresa, sigo con los ojos abiertos como platos, pero me dejo llevar y cierro los ojos, profundizando más el beso. Agarro de la cintura a la chica misteriosa, nuestras bocas se encuentran desatando el más lindo de las tormentas en mi pecho. ¿Cómo mierda se puede sentir tanto en este beso con una persona que no conozco, que en todas las chicas que besé en mi vida?

En un momento, ella se separa y me mira a los ojos. Es bastante pequeña, por lo que la miro desde abajo; es un ángel. Infinidad de rulos negros le caen como una cascada, ojos marrones grandes. Los labios, esos labios que me besaron hace no más de veinte segundos son una locura, ella es una locura. Locura que no tengo miedo de caer si me vuelvo loco. Loco por ella.

-Emmm-se ruboriza. Es adorable-Gracias por todo-puedo notar un leve acento, que la hace aún más espectacular. Se va corriendo sin dejarme decirle "gracias a vos por darme el mejor beso de toda mi vida".

- Faa, vos sí que no perdés el tiempo- oigo a Julio decirme, me agarra las manos y me las baja, no me había dado cuenta que las tenía tocándome los labios- No sé qué mierda fue eso, pero baja de las nubes que ya llego Guillermo.

No puedo dejar de pensar en ella desde que me subí al taxi. Mientras observo la ciudad a través de la ventanilla, me da rabia pensar que tal vez nunca más la vuelva a ver, que ahora cada vez que besé a otras mujeres la voy a comparar con ella, y sé que siempre va a ganar. Pero la voy a encontrar como que me llamo Ignacio Pérez Alberdi.

Te encontraré, mi chica tormenta.

Nota de autora: Les dejé una foto de como imagino yo a Gypsy. 

Xoxo,Flor