Capítulo 28

51 8 0
                                    


Gypsy:

Dos semanas antes

Oigo murmullos a mí alrededor, unas luces se acentúan más que otras, mis párpados se empiezan a abrir lentamente: una pared completamente blanca y pulcra es lo primero que veo.

Intento hablar, pero suena más a un quejido. Mi garganta pide a gritos por un poco de agua.

—No, no, no. No te esfuerces—me recomienda una voz femenina y me empuja suavemente hacia atrás, de nuevo.

Con mis dedos entumecidos, señalo mi garganta con una mueca de dolor. La enfermera, al instante entiende la referencia, y a los pocos segundos tengo un vaso con agua. Me ayuda a bebérmelo.

Flashbacks vienen a mi mente: Cappi y yo entrando al despacho de mi tío, lo fácil que fue entrar, la noticia de la muerte de mi abuela...y el ruido ensordecedor de un disparo.

Después todo negro.

— ¿Qué pasó? ¿Dónde está Cappi? ¿Y los demás?— suelto rápidamente, quedándome sin aire— ¿Qué pasó?— termino sollozando.

Que mi abuela se haya muerto, es mi culpa. Indirecta o directamente. La vuelta del padre de Nacho, es mi culpa. Indirecta o directamente. ¿Por qué tengo que joder todo lo que amo?

Ya no doy más.

Ya no puedo luchar más.

¿Por qué más voy a luchar? Antes lo hacía por mi abuela, ahora está muerta. Ni siquiera le podré dar una despedida como la gente. ¡Mierda!

Ya no me queda nada más.

Clara me traicionó. Mi abuela se murió. Tengo un padre que no lo siento como tal. Y Nacho...lo amo mucho para seguir arruinándole la vida.

La enfermera no sabe qué hacer mientras me abrazo a mí misma y lloro. Lloro. Cada lágrima es una parte de mi alma, de lo que queda de mi alma.

Estoy; y a la vez no.

Escucho un portazo, y posteriormente, tengo a mi abuelo ingresando agitado. Su camisa color beige está arrugada; su ceño fruncido; sus bolsas negras debajo de sus ojos avellana me dicen que hace mucho no duerme.

—Gypsy-exclama con sorpresa, segundos después, su ceño se estira y una sonrisa de tranquilidad cubre todo su rostro— Oh por Dios, estás bien, estás despierta.

Las últimas lágrimas amenazan con salir. ¿Estaba preocupado por mí? ¿Él?

— ¿Dónde están los demás?— es lo único que puedo decir de todo lo que pienso.

El abuelo mira a la enfermera, quien entiende y se retira de la habitación de... ¿qué hago en un hospital?

Wesh avanza lentamente hacia la silla al lado de mi camilla, se cruza de piernas y suelta un sonoro suspiro mientras se estira la cien. Me mira a los ojos.

—Cappi te salvó la vida.

Minutos de silencio. Me quedo varios minutos asimilando las pocas palabras que me dijo.

—Mientras vos casi le arrancas un ojo a tu tío, su guardia oficial empezó a disparar: casi te traspasa la nuca con una bala...Cappi lo interceptó— termina de explicar, niega su cabeza lamentándolo- Según lo que me dijeron los médicos, te torciste la rodilla. Al parecer, una vez que escuchaste el disparo te quisiste levantar y tu tío te empujo.

Bajo mi vista, observando la venda blanca que me cubre la rodilla izquierda. No puedo decir más nada...

Otra muerte. Culpa mía. Una hija que se quedó sin padre, una banda que se quedó sin líder, unos padres que se quedaron sin un hijo.

Gitana ··completa··Where stories live. Discover now