3º #1 Real

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2 años, 2 años habían pasado. 2 años sin saber nada de Harry, 2 años sin entender nada de lo que había ocurrido, 2 años sin lograr pegar ojo por las noches. Cada mañana Louis miraba el anillo de compromiso sobre su dedo sin parar de pensar en él, en que le habría podido pasar. Hacía un año que toda la familia decidió darlo por muerto, ya que ni la policía conseguía descubrir donde estaba. Lloraron, lloraron mucho, pero necesitaban pasar página. Obviamente, Clock se clausuró, después de los atropellos nadie se atrevía a volver y ya no tenía sentido ir porque un palacio sin su rey no es nada. Ahora Zayn trabajaba en un taller y Niall trabajaba como secretario en una empresa importante. Como cada mañana Louis se levantó para llevar a los niños al colegio. Niall y Zayn habían decidido dar el siguiente paso y adoptar a dos niños. Ya hacía un año que los tenían, se habían convertido en una familia. Louis les hacía el favor de ir a recogerlos por las mañanas y llevarlos en su coche a clase. Consiguió sacarse el carné de conducir muy a su pesar, ya que todo lo relacionado con el motor le recordaba a Harry, pero aun así lo hizo.

Así que se vistió, se preparó y fue a su casa. Toco el timbre de la casa y abrió la puerta un Zayn despeinado lavándose los dientes.

- ¿Aún estás así?

- Niall ya se ha ido, he tenido que preparar a los niños -mascullo aún con el cepillo de dientes en la boca

- Ve, termina. Me encargo yo de ellos

Louis sonrió, Zayn palideció el día que Niall le había dicho que quería tener niños. El tartamudeo durante segundos diciendo que no estaba seguro, que no estaba preparado para esa vida, que él se dedicaba a carreras ilegales y no a llevar a niños al colegio en un Citroën. Todos rieron cuando esas palabras salieron de la boca de Zayn pero aun así este acepto. Niall quería un niño y Zayn una niña y como no conseguían ponerse de acuerdo decidieron adoptar a los dos. Erik tenía 4 años y Alejandra tenía 3, eran los niños perfectos. Desde el primer momento les dieron todo cuanto necesitaban y los niños parecían adorar a la gente a su alrededor.

En cuanto a Harvey y Gemma sus vidas seguían algo igual. Harvey trabajaba con Zayn en el mismo taller y Gemma se mudó con su madre, ya que las dos se sentían algo solas. Gemma no conseguía conocer a nadie que le hiciese olvidar a Liam. Después de ver el video con sus hermanos, ella lo seguía viendo cada semana. Además, ahora Harry había desaparecido y su vida se vino aún más abajo.

Cuando los niños estaban ya listos, Louis los monto en el coche es sus correspondientes asientos. Después volvió a entrar a asegurarse de que Zayn acababa.

- Zayn ¿Estás listo?

- Si bajo -apareció por las escaleras poniéndose la camiseta- Gracias por ayudarme, no sé qué haríamos sin ti

- Volveros locos. Venga, sal ya que llegas tarde -se despidieron con un abrazo

- Adiós peques -fue a despedirse al coche y Louis sonrió

De camino al colegio Louis siempre les ponía canciones infantiles mientras ellos cantaban y reían. Erik ya hablaba bien mientras que Alejandra aún balbuceaba un poco. Poco antes de llegar Louis vio por el espejo retrovisor un coche que le resultaba familiar. Era la primera vez que veía ese tipo de coche a esas horas, ya que la mayoría eran coches familiares para llevar a los niños al colegio, pero juraría que ese mismo vehículo ya lo había visto otras veces en algún otro lugar. Se desvió de su camino normal y el coche se volvió a colocar tras él.

Desde la desaparición de Harry no había vuelto a haber amenazas, eso fue lo único bueno, pero ahora mismo se estaba empezando a sentir intimidado. Llevaba dos niños pequeños en el asiento trasero de su coche y por algún extraño motivo no sintió el temor que supuso que debía sentir. Volvió a girar a una calle, pero esta vez el coche no le siguió, así que respiro tranquilo.

Una vez llegaron al colegio, Louis dejo a los niños como cada mañana acompañándolos a sus respectivas clases. Una vez acabó allí se volvió a dirigir a su casa. Le esperaba una mañana algo aburrida porque tenía que limpiar y organizarse la semana.

Hacía un año que había empezado a trabajar de enfermero en un hospital cercano. Era extremadamente feliz, ese trabajo le encantaba.

Su casa estaba tal como Harry la había dejado. Por alguna extraña razón el menor seguía teniendo la esperanza de que su marido reapareciese. De vez en cuando lavaba la ropa del rizado para que no cogiese olor a cerrado por no salir del armario. Las fotos seguían en su lugar, los productos de aseo del rizado no se habían movido de su sitio, sus cereales favoritos seguían en el armario de la cocina... Todo estaba tal y como lo dejo Harry hace 2 años.

Después de un par de horas todas las tareas de hogar que Louis debía realizar estaban completadas. También se había hecho la comida para antes de ir al trabajo y cuando iba a llevar la bandeja con comida al salón una figura alta estaba parada delante de él. Soltó la bandeja para llevarse las manos a la boca.

- ¿Harry? -sintió las lágrimas correr por sus mejillas

Louis estaba jurando ver un espejismo, había visto a Harry en sus sueños millones de veces, pero ahora era distinto, ahora era real, ahora le tenía delante de él. Su pelo estaba más corto que la última vez que lo vio y su barba más larga, pero, sin embargo, su forma de vestir era igual que siempre. Se acercó lentamente para tocarle, necesitaba asegurarse de que era de carne y hueso y de que efectivamente era real, ya que el rizado no se movía ni un milímetro. Sus manos temblorosas subieron por toda su chaqueta de cuero sintiendo la respiración algo agitada del rizado.

- Dime que eres tú, que eres real -el menor apretó los ojos temiendo que cuando los abriese ya no estuviese ahí




- Estoy aquí Louis. Soy real -dijo agarrándole la mandíbula haciendo que abra los ojos- Soy yo

RAVENOUS (3ª y 4ª Temporada) // LARRY STYLINSONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora