cincuenta besos » one shots lizkook.

10. Arriesgar. ( 2/2 )

Segunda parte del one shot anterior "atrapados"

NARRADOR OMNISCIENTE.

Un mes después del incidente.

— Unnie estoy muy asustada.— Murmuró Lisa al teléfono.—Jungkook está ensayando y yo me quedé en su apartamento, pero escucho ruidos.— La chica soltó un suspiro tembloroso contra el teléfono.

—Lali, por Dios. Debes decirle a Jungkook.— Lisa negó con la cabeza, a pesar de que Jisoo no podía verla.— El debe saber que has estado recibiendo mensajes de un número desconocido ¿Qué tal que sea una de sus fanáticas y quiera hacerte daño? No podemos permitir eso, Lisa.

Lisa sentía lágrimas caer en sus mejillas. Estaba muy asustada. Sabía que Jisoo le daría un discurso sobre por qué debería contarle a su novio lo que pasaba, así que le colgó; sabiendo que no fue lo más prudente, pero lo hizo. Se puso en posición fetal al lado de la cama y miró con miedo la puerta frente a ella.

Su teléfono vibró entre sus manos, dio un pequeño salto y sus ojos se abrieron de par en par, al ver el mensaje.

Desconocido.

Estoy cerca, Lalisa.

La tailandesa sollozó al leer el mensaje y cerró sus ojos con fuerza queriendo despertar de aquella pesadilla. Sus unnies estaban al otro lado de la ciudad y Jungkook estaba muy ocupado ensayando, justo había había dejado su teléfono.

—No.— Sollozó al escuchar ruidos afuera de la habitación. Tapó sus orejas esperando que estos no se escucharan más y negó con la cabeza.

Su respiración volviéndose cada vez más pesada y su corazón latiendo mil por hora. Sentía como empezaba a sudar en frío y las blancas paredes de la habitación estaban literal cayendo sobre ella. Un pitido contínuo en sus oídos había hecho que su cabeza empezara a doler. Su flequillo era un desastre ya que cada cinco segundos llevaba su mano allí para despeinarlo. Era un manojo de nervios andante.

Con miedo, se levantó del frío piso y caminó lentamente hacía la puerta, sus manos temblorosas iban a tomar el manojo de esta, pero antes de hacerlo se abrió abruptamente provocando que Lisa se tirara al piso mientras ponía una mano a cada lado de su cabeza. Las lágrimas caían, y se sentía llena de miedo.

—¿Lili?—Lisa alzó un poco su cabeza para ver cómo un muy confuso Jungkook la miraba. Preocupación y miedo en su rostro.

¿Qué le había pasado a su Lisa?

—Jungkook.— Dijo para después correr a sus brazos.

Jungkook envolvió su cuerpo con sus brazos y besó su frente. Aún se preguntaba qué demonios había sucedido y por qué Lisa estaba así.

—Tranquila, mi amor. Estoy aquí.—Le aseguró.—No dejaré que nada malo te suceda.

—¿Lo prometes?— Preguntó entre sollozos. Jungkook rompió el abrazo y puso sus manos en las mejillas regordetas de Lisa, mirándola fijamente. Lisa casi que se derretía ante su toque.

—Dime...¿Cuando te he llegado yo a fallar, muñeca?—Lisa sonrió y volvió a abrazarlo. Esta vez más fuerte, como si se le fuese a escapar de las manos. Jungkook suspiró. —Cariño ¿Que te pasa?