2. Alguien que amabas ( 1/2 )

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DESCRIPCIÓN Donde Lisa no puede evitar sentirse mal, cuando ve como su ex novio empieza una relación con su mejor amiga.

* * *

—Lisa, déjalo ser. No hagas caso, tal vez es mentira lo que dicen.—Chaeyoung o mejor dicho Rosé, acariciaba la espalda de la tailandesa que sólo se dedicaba a llorar y llorar.

—Lo sé. Pero... ¿Qué tal que sea verdad? No puede ser que haya superado tan rápido nuestra relación.— Dijo entre sollozos mirando hacia pared blanca del cuarto de su mejor amiga.

Rosé suspiró y se levantó de la cama, jugando con sus manos, nerviosa:—Y... ¿Te dijeron con quién está saliendo ahora?

Lisa negó y después rió sarcástica, haciendo que Rosé frunciera el ceño.

—Qué irónico ¿No crees? Mientras yo no puedo dormir, él está feliz en los brazos de otra.— Dijo y se acostó en la amplia cama de su amiga.

—Pero, Lisa cuando terminaron le dijiste que deseaba que fuese feliz.

—Rosé cuando dije que esperaba que fuese feliz, no lo decía en serio.—Dijo y esto sorprendió a su mejor amiga.- Supongo que en el fondo quería que llorara por mi. Como yo lo estoy haciendo por él.

Rosé se quedó en silencio pensando en si debía decirle o no. Hasta que el teléfono en la habitación empezó a sonar. Se levantó rápidamente y contestó.

—Cariño.—La voz de su novio la hizo sonreír abiertamente.—¿Recuerdas nuestra cita? Te recogeré un poco tarde, estoy ayudando a mamá en algunas cosas.

—Mmm... ¿Podríamos dejarlo para otro día?

Lisa escuchó como su amiga hablaba por teléfono y la ignoró. Debe ser que tenía algún plan con Jisoo para ir a comer pollo o con Jennie para ir a algún bar. Siempre la dejan afuera cuando se trata de ese tipo de cosas, ya que no le gusta el pollo y no toma licor.

–Está bien, adiós. Yo también.— Colgó y dejó su teléfono en la mesita.—Lisa, no puedes seguir así.—Continuó regañando a su amiga.

—Lo sé, Rosé. Mañana voy a estar bien, pero hoy voy a dedicarme a llorar. Así que permiso...—Dijo y tapó su rostro.

Rosé suspiró, cruzándose de brazos.

* * *

Lisa reía mientras Jisoo hacía equilibrio con una botella de agua en su cabeza.

Estaban en la cafetería de la escuela; sentadas— como siempre— en la mesa del centro. Lisa grababa a Jisoo, mientras que Jennie se sentía más que avergonzada ante la actitud de sus mejores amigas y se preguntaba donde estaba Rosé.

—Oigan...—Dijo confundida.— ¿Esa no es Rosé?—Su ceño fruncido.

El corazón de Lisa se rompió al ver aquella imagen. Rosé entraba a la cafetería tomada de la mano con... ¿Jungkook?

Todas las miradas estaban en ellos. La nueva parejita haciendo su entrada triunfal a la cafetería, con grandes sonrisas en sus rostros.

Lisa sintió sus ojos húmedos al ver como su supuesta mejor amiga sonreía abiertamente, hasta que se encontró con los ojos de la tailandesa, ahí fue cuando su sonrisa decayó.

—Lisa...— Jisoo llamaba a la menor que no reaccionaba. Sólo miraba a los dos, que venían hacia ella.

Antes de que llegaran a la mesa, Lisa se levantó y caminó dando grandes zancadas con sus largas piernas.

—¡Lisa! ¡Espera!— La voz de Jungkook provocó que empezara a correr por los pasillos vacíos de la escuela, mientras lágrimas gruesas caían por su rostro.

Cuando se encontró sola se quedó apoyada en una pared, sollozando hasta que sentía sus ojos arder.

—Lisa.—Un susurro profundo la hizo levantar la mirada. Cuando vio de quién se trataba, su corazón se llenó de decepción.

—No me tomes por tonta, Jungkook.— Dijo seca.—Tú y Chaeyoung no merecen el amor que les di ¿Cómo pudieron hacerme esto? ¿Es que acaso no te importo? ¿No te importa lo que yo sienta?—Soltó llena de rabia.

—Lisa yo...—Él tomó una gran respiración.— Chae y yo queríamos decirte pero era difícil.

Lisa rió sarcástica.

—¿Difícil? Me reemplazaste cono un objeto.— Dijo ahora enojada.— Como si fuese fácil, como si lo que tuvimos por cinco años no hubiese sido importante, Jungkook.— Dijo ahora llenándose de tristeza otra vez.

—Lo siento.

Lisa miró a otro lado, tragándose las lagrimas.

Y lo entendió. El problema no era Jungkook o Rosé, el problema era ella misma. Jungkook había superado la relación que tuvieron, y lo estaba haciendo con una de las mejores personas que ella conocía. Mientras tanto ella estaba allí, incrustada en el mismo lugar, estancada en el tiempo pensando que algún día su relación volvería a ser igual. Que no tendría fin.

—No importa, Jungkook. Es mi culpa.— Dijo con la voz rota.— Supongo que ya me había acostumbrado a ser alguien que amabas.

Y con esto dicho, se marchó. No sólo de allí, sino de aquella esperanza que tenía de que las cosas volviesen a ser igual.


cincuenta besos » one shots lizkook.Where stories live. Discover now