PRÓLOGO.

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-Ya que hemos llegado al ultimo bimestre del año, vamos a hacer el proyecto "Responsabilidad y planificación familiar" -una mujer vestida formalmente habló a los estudiantes sentados en sus pupitres.

-En este proyecto deberán demostrar que son responsables, que pueden hacerse cargo de alguien más que ustedes. Lamentable y afortunadamente no será un ser vivo.

-El objeto a cuidar será un huevo no fecundado -la profesora caminó hasta su escritorio de donde saco una caja de cartón mediana, la colocó encima de la mesa y se quedó parada al costado de ella.

-Este proyecto será en parejas, felizmente ustedes son pares. Al ser veintiséis, formarán trece parejas.

-Pero, profesora, hay mas chicos que chicas -un pelinegro interrumpió abruptamente, mientras fruncía su seño.

-En primer lugar joven Jeon, le pido que la próxima vez que quiera comentar o preguntar algo, levante la mano y espere el permiso para hacerlo. Y respondiendo su pregunta, el tema del número de jóvenes y señoritas es algo que ya había pensado. Así que contando con la madurez y respeto que les he querido y he inculcado en todo este año escolar, supongo que no tendrán ningún inconveniente con que hayan parejas de dos chicos en este proyecto.

La clase se abrió en una ola de ruido, unos cuantos chicos refunfuñaban y algunas chicas aullaron con gusto por aquel anuncio.

-Profesora eso no... -el joven denominado "Jeon" volvió a hablar, en tono alto esta vez.

-Señor Jeon, le dije que pidiera permiso para tomar la palabra -le llamó la atención. -Y los demás, silencio. No quiero oír queja alguna.

-Ahora, para evitar peleas o discusiones las parejas se formaran por sorteo. En estas dos bolsas hay papelitos enumerados del uno al trece. Las chicas escogerán los números de una de las bolsas, y como son dos menos que los chicos, aquellos dos papelitos que sobren serán pasados a la bolsa de donde escogerán los chicos.

Jeon empezó a gruñir bajo y soltar palabras incoherentes.

-Señor Jeon, deje de gruñir que no es un perro, y no sé porque esta así, es probable que usted forme grupo con alguna señorita.

Eso pareció calmar un poco a Jeon, que dejo de gruñir y solo mantenía su seño fruncido.

-En esta caja hay trece huevos, los compré yo para evitar que como en años anteriores, algunos alumnos traigan huevos extraños, así que si a alguno se le ocurre cambiar el huevo otorgado por alguno de avestruz o peor, de cocodrilo o serpiente serán desaprobados, así que no quieran ser graciosos.

La clase se rio por aquello, y otros abuchearon ya que tenían en mente traer un huevo de algún otro animal.

-Bien, pasen adelante y escojan un papel de esta caja y no lo abran hasta que yo se los pida.

Una a una pasaron las chicas, luego la profesora como había informado, tomó los dos papeles que quedaban y los colocó en la bolsa de los chicos. Estos pasaron y tomaron un papel de aquella bolsa, unos negando con la cabeza, preocupados, mientras Jeon simplemente tomaba uno, jurando que no tendría tanta mala suerte como para que le tocara armar pareja con un chico.

-Ahora que han tomado todos un papel, llamaré para entregarles un huevo al número correspondiente -la profesora tomó un huevo de aquella caja.

-Quiero que todos se mantengan en silencio, los alumnos que tengan el número que mencione pasarán a recoger su huevo y se acomodaran juntos en la parte trasera del salón.

-Todos abran sus papeles, no hagan ruido o desorden, tampoco hablen con sus compañeros, mantengan la sorpresa hasta que los llame.

-Huevo número uno. Los alumnos que tienen el número uno pasen adelante.

Un hijo... ¡¿JUNTOS?! || KookMinWhere stories live. Discover now