Un hijo... ¡¿JUNTOS?! || KookMin

49. No...

Jungkook estaba en shock, su mente estaba hecha un desastre en este momento. Había olvidado como respirar siquiera.

No podía creerlo. Esto era un error, ¿cómo podía ser real?

Sentía que iba caer de rodillas, las náuseas lo invadieron y tuvo que sentarse porque terminaría desmayándose.

—Hey, muchacho, ¿te encuentras bien? —preguntó uno de los dos hombres que estaban en su sala, había olvidado que estaban ahí.

Sintió la boca seca y giró a verlos con los ojos perdidos. Los dos agentes que había contratado le devolvían la mirada, supuso que su rostro pálido les preocupaba.

Cuando le llamaron para decirle que tenían al fin los videos no creyó que fuera esto lo que vería.

¿Cómo le diría esto a Jimin?

[Horas antes]

Ya habían pasado dos semanas y cada día había menos esperanzas de recibir una llamada del rubio.

Sus nervios estaban a flor de piel.

¿Había arruinado todo en verdad?

¿Fue demasiado apresurado?

¿Su confesión lo asustó?

No lo sabía. Y eso justamente lo estaba matando. Quería respuestas, pero ninguna parecía venir en su dirección.

Había dejado de llamar hace días. No quería ser intenso o asustarlo más si ese fue el motivo de su alejamiento.

Solo había dejado un último mensaje hace dos días.

Un simple "puedes llamarme cuando quieras hacerlo, estaré aquí". Que tampoco había tenido respuesta.

Y se sintió más ansioso, iría a buscarlo, y al demonio si parecía desesperado, lo estaba.

Ya lo había arriesgado todo, y si iba a perderlo todo, al menos tendría algunas últimas palabras.

Estuvo a punto de salir en búsqueda del culpable de sus lamentos. Pero recibió una llamada repentina.

—Jungkook, soy el agente Chanyeol, ¿te encuentras en tu casa?

—Sí, estaba por salir en este momento —contestó dudoso.

—¿Esa salida es una emergencia?

En su corazón se sentía como una, pero debía ser coherente, esta llamada debía ser importante, por el tono de voz del agente, le decía que tal vez ya estaban más cerca del final de lo que nunca habían estado.

—No, no lo es, ¿pasó algo?

—Estamos con el agente Baek a unas cuadras, llegamos en unos minutos, esto debe ser tratado personalmente —definitivamente esa voz denotaba que era algo muy serio.

Las alertas de Jungkook se elevaron al cien. Su cuerpo se erizó con reserva.

—¿Ya saben quien es, cierto? —hizo aquella simple pregunta, que a pesar de ser cortas palabras, tenían un trasfondo tan siniestro.

—Sí, mantén la calma, llegamos en cinco.

Y así como llegó la llamada, terminó.

Jungkook se dio vuelta y dejó sus cosas en el mostrador. Estaba ansioso, más que eso.

Era el final.

No supo como sentirse. Al fin sabrían quién fue. Jimin al fin tendría una resolución, y él no podía mentir, también quería saber el final de aquella incógnita.