46. Amigos.

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[Repaso del capítulo previo]

Jimin fue el primero en tomar, terminando la mitad de la copa de un trago, Jungkook también hizo lo mismo.

Con la mente nublada por el alcohol, el rubio recostó su cabeza en el hombro contrario mientras terminaba su copa y la dejaba sobre la mesa vacía.

El pelinegro al sentir la presencia del otro tan cerca, atino a terminar rápidamente su copa y dejarla junto a la otra.

Para este momento ninguno prestaba atención a la pantalla del televisor.

Jungkook giró su cabeza para ver al rubio.
Jimin también giró al sentir el movimiento del azabache.

Ambas miradas se encontraron. Los ojos negros y dorados sin separarse de aquel trance.

El rubio soltó un suspiro ahogado, el cual tocó directamente los labios contrarios debido a la cercanía.

Jungkook no pudo detener ni evitar que su mirada cayera a los labios del rubio. Notando en ese momento como este pasaba la lengua por el labio inferior dejándolo húmedo y brillante.

Jimin tampoco pudo evitar que sus ojos cayeran en la boca del pelinegro, la cual estaba entreabierta y dejando salir suaves respiraciones.

Y tal vez fue por el alcohol, la cercanía o la agradable tarde que habían tenido. O incluso una mezcla de todo.

Cerrando sus ojos el pelinegro decidió arriesgarse y eliminar los escasos centímetros que separaban sus labios de los del pelirrubio.

Y lo besó.

O al menos eso intentó.

Nunca había besado a nadie en su vida, eso nunca le había llamado la atención. Ni siquiera había pensado en practicar por sí ese momento llegaba.

Pero ahora teniendo los labios húmedos y suaves del otro junto a los suyos no le podía importar menos el tener algún conocimiento previo.

Sólo decidió seguir su instinto y moverlos suave y lentamente junto a los más gruesos.

Se sentía en otro universo, sentía que su mente había dejado su cuerpo.

Podía jurar que veía fuegos artificiales de infinitos colores pasar por sus ojos con simplemente haber movido un poco los labios.

Se sentía flotar, sentía que era el dueño del universo.

Y no pudo evitar soltar un sonido entrecortado, similar a un sollozo al sentir como el rubio movía los labios al compás de los suyos.

Todo era delicado, lento y suave.

Se sentía como un sueño.

Tan irreal y perfecto.

Su corazón estaba feliz y las mariposas en su estómago revoloteaban emocionadas.

Ambos labios se separaron.

Y Jungkook susurró lo que su corazón le exigía que gritase.

—Te quiero —dijo a un centímetro de los labios rosados del rubio.

La respuesta que obtuvo no fue otra que el suave cuerpo del rubio acostándose completamente dormido sobre él.

Vio como el otro descansaba tranquilo con los ojos cerrados y facciones relajadas. Suspirando suavemente, completamente dormido.

Tras el beso el pelinegro se sentía sobrio de nuevo. Sólo observó en silencio al contrario dormir plácidamente sobre él.

—¿Algún día podrás llegar a quererme también? —preguntó sabiendo que no obtendría respuesta.

Un hijo... ¡¿JUNTOS?! || KookMinOnde histórias criam vida. Descubra agora