XV

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Narrador General

No sabía lo que sucedía a su alrededor alcanzaba débilmente a oír voces, sonaban preocupadas, el castaño se mantuvo inconsciente por varios minutos más, causando que Hades cayera lentamente en la desesperación, sin saber que hacer y con el dolor aún latiendo en su pecho, tomó la mano de su amado buscando así la paz que tanto anhelaba, desde que su niño se fue sin más. Y es que el pelinegro logró sentir el miedo, el dolor, la angustia y tristeza de su amor, todo gracias a la inquebrantable conexión.

- Creí que te perdía... -

Susurró el lobo clavando sus ojos aguamarina en el menor de todos los presentes, sin dejar de tomarlo de la mano y así sin más cerró sus ojos atrayéndola para al fin besarla con delicadeza y amor.

- Hades-sensei... -

Llamo el rubio a su profesor quién sin abrir sus ojos respondió con un "¿Mmm?" a lo que el Omega trago duro y cuestionó.

- ¿Es cierto? -

El elegante hombre de cabello ónix se puso de pie soltando (sin muchas ganas) la mano de su esposo, dejándola con suavidad sobre el vientre del mismo, para encarar al chico que hacía lo que podía para mantenerse firme y defender a su amigo, en caso de que la respuesta sea positiva.

- Hyoga, fue todo un mal entendido, yo no estoy engañando a Seiya. -

Comenzó a explicar mirando fijamente a los ojos al rubio, tal acción le había intimidado bastante, si tuviera que ser sincero Hades siempre causó en todos la misma reacción.

- Lo que Seiya creyó que sucedía, no es así. La mujer a la cual con frecuencia estoy viendo, es la encargada de realizar los preparativos para nuestro viaje de aniversario. Seiya no lo sabe aún, pero quería celebrar de forma distinta... Deseaba sorprenderlo. -

Los ojos de Hades que solían destilar frialdad pura, se apagaron, se podía percibir decepción y tristeza en ellos, es que dentro de lo Seiya pensaba tenía sus motivos para sospechar, dejó de hacerle el amor, solo eran besos cortos y castos, abrazos que duraban mucho, solía llegar tarde y casi siempre estaba cansado, antes no era así. La gran diferencia de antes es que Hades no manejaba su empresa, lo que él era hoy en día (un dedicado profesor de literatura) lo hizo por gusto y en parte por mera excusa para tener a su Pegaso cerca. Sin embargo, todo tiene un límite, el pelinegro debía continuar con su labor, su gente estaba teniendo complicaciones y no los culpaba desde hace dos años que no se dignaba a poner un pie en el lugar, dejando a cargo a su más fiel empleado, ese era Radamanthys. Había tomado la decisión de alejarse de todo con la sola idea de tener tiempo para disfrutar con su niño y es que Seiya lo era todo para él.

- No tengo ninguna intención de faltar a nuestro pacto, Hyoga. -

Finalizó sentándose de nuevo. El dulce chico sonrió y asintió a lo anterior dicho, confiaba plenamente que todo era cierto, el hombre agradeció el gesto sintiendo como su esposo comenzaba a despertar.

- Seiya... -

El nombrado no se digno a levantar su vista hacía el mayor quién lo llamaba, Hades lo observó detenidamente unos momentos analizándolo notaba algo distinto en él, lo veía más bello, más dulce, simplemente hermoso, pero no era como siempre, eran sus feromonas quizás.

- Hyo-Chan, no quiero estar aquí. -

Suplicó a su amigo. Escapar y alejarse del hombre no era exactamente lo que quería, pero tampoco deseaba que lo lastimara aún más.

- Sei, yo creo que debes hablar con Hades-sensei. -

Sugirió el chico, sin esperar respuesta alguna por parte del castaño el Cisne partió como alma que se lleva el diablo del lugar. Seiya por su parte se sintió traicionado, con brusquedad se puso de pie, un horrendo mareo se presentó en su sistema, estaba a punto de caer, no sucedió gracias a los rápidos reflejos de su esposo.

- Sueltame, Hades. -

Exigió Pegaso entre sus brazos e intentó él mismo separarse, poco pudo hacer, se sentía débil.

- ¡He dicho que me sueltes! -

Esta vez exclamó al borde de las lágrimas, jamás le gusto la idea de depender de su esposo, en ningún sentido pero lo necesitaba tanto.

- Seiya, por favor. Esto no es necesario pelear. Dejame explicarte, si luego deseas que me vaya, lo haré, te dejaré en paz. -

El pequeño moreno se calmó y Hades lo dejó con calma, pasaron unos segundos y el Lobo comenzó a explicar con lujo de detalle todo lo ocurrido, sin apartar la mirada y observando cada movimiento o expresión del menor.

~ "Algo debe ser, algo pasa... ¿Qué le sucede?"

Se cuestionaba a sí mismo. Hasta que cayó en cuenta de algo fuera de lugar, distinto y lo hizo sonrojarse como un niño pequeño, sonrió mostrando sus perfectos dientes como nunca, abrazó y besó con ganas a su pequeño quien intento resistirse pero cedió al final, dejándose llevar por las sensaciones que le causaba el sentir de nueva cuenta a su esposo.

- Gracias, gracias, gracias. -

Pronunció con rapidez, el moreno no lo comprendió del todo. ¿Qué estaba agradeciendo? Fue la gran incógnita hasta que Hades se agachó a la altura de su vientre y lo besó. Sin poder evitarlo se sonrojo y su corazón comenzó a latir con fuerza. Ya no más secreto. ~ "Me lo quitará..." fue su primer pensamiento.


- Y-yo... No es lo que crees... -

¿Cómo podía creerle? Muy fácil, los ojos de su amado siempre le han dicho la verdad, no podía mentirle, eso y que sentía a su cachorro.

- Tú nada, Seiya, no logró comprender. ¿Por qué no me lo has dicho? ¿Por qué te ocultaste de mí? -

La desesperación no tardó en hacer acto de presencia y por fortuna se podía decir, no modificó el tono de voz, ni la actitud cariñosa del Alfa, su autocontrol estaba impecable hasta ahora.

- Seiya, no te miento. No te he ocultado nada. -

Volvió a insistir con la esperanza de que su dulce niño le crea.

- T-tenía miedo, pensé que... Creí que no era bueno p-para ti... - Confesó.

- ... Tú querías tener u-una... Familia... Y-y yo no sabía si estaba l-listo, p-pensé que ya... encontrarías a alguien más.

El adolescente acarició su vientre, recordando lo asustado que estaba cuando se enteró que su cachorrito se formaba en su interior, fue luego de ver a Hades con aquella mujer.
Una pequeña risa lo sacó de sus pensamientos y puso toda su atención al dueño de la misma.

- Seiya, por favor. No escogería, no miraría y ni siquiera pensaría en alguien más... -

Musitó cerca del oído contrario, aferrándose cada vez más a su niño (procurando no lastimarlo).

- ... No me obligaron a estar a tu lado, yo elegí hacerlo y eres lo mejor que le ha pasado a mi vida. -

Seiya suspiró entre lágrimas, se sentía tranquilo y agradeció infinitamente a su amigo por esto.

[○●°☆°●○]

Hola, una disculpa. No he estado muy inspirada últimamente y esto se suponía era un One-Shot, cuando lo comencé a escribir en el pasado 2018. XD en fin, mil gracias por su apoyo, comenzaré a trabajar en la relación de las aves. Esto era más que nada para satisfacer mis ganas de escribir Hades x Seiya, aun sigue en pie la idea de contarles la historia de estos dos, en un extra. Nos leemos más tarde, posiblemente. 😂✌❤

A pesar de Todo [a.b.o] [Ikki x Hyoga]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن