A pesar de Todo [a.b.o] [Ikki x Hyoga]

VII

Narrador general

El hombre de tez morena con molestia tomó la mano del rubio sin ningún tipo de brusquedad o violencia, a pesar de su estado de ánimo la tomó con cuidado. Y fue así como ambos "esposos" avanzaron por el pasillo cubierto de flores, Hyoga por su parte dejó de temblar, estaba sonriente. Se podía ver claramente como su rostro irradiaba felicidad, era simplemente hermoso, no sólo su familia o los invitados notaron tal cambio, Ikki que se encontraba a su lado lo notó de igual manera, haciendo que un nuevo pequeño sonrojo se formará en sus mejillas, el sentimiento de culpa lo carcomía por dentro, en su rostro se formó una mueca de desagrado. No por Hyoga claro está, sino por él mismo, no quería sentirse de tal manera por mirar al chico.

Al llegar ambos a la recepción de la boda, recibieron a la nueva pareja con aplausos y alguno que otro silbido. El alfa se mantuvo serio en todo momento mientras que el rubio sonrió aun más, ambos se sentaron en la mesa principal donde todos podían verlos, pasaron unos pocos minutos y la música comenzó a escucharse, era hora del vals. La mujer de largos cabellos negros invitó a su hijo a bailar, seguidamente el hombre de bellos ojos cían invito al pequeño omega, ambos aceptaron un poco inseguros.

- Te ves muy guapo, bebé. - Sonrió la bella mujer mientras bailaba con su hijo mayor, haciéndolo sonrojarse notablemente. - Oh, vamos. Cariño, sabes que es cierto. Dijo firme la mujer con una sonrisa aún más amplia.

- Okāsan... N-no es eso. - Era difícil que cualquiera haga sonrojar al fénix, pero esa mujer sólo necesitaba dos palabras para poner como un tomate al imponente hombre. Ikki olvidó por unos instantes que esa era su boda y sonrió divertido, recordando el pasado cuando era sólo un pequeño niño.

Por otra parte del salón se encontraban padre e hijo disfrutando de la música hasta qué el mayor decidió hablar.

- Hijo, yo... Solo quiero que seas feliz. - Le hizo saber sobre su deseo el mayor, el rubio miró directamente hacia los ojos de su padre, mientras que los propios brillaron en señal de felicidad.

- Papá... Yo podré lograrlo, seré feliz porqué me agrada Ikki. - Confesó emocionado y esperanzado, él sabía muy bien que posiblemente el hijo mayor de los Kido no creía lo mismo, pero daría lo mejor de sí mismo para hacer que funcionara.

Verlo sonreír fue motivo suficiente para que un lindo peliverde invitará a bailar a Hyoga el cual miró a Ikki esperando una aprobación de él, el moreno ignoró por completo al cisne y este algo cabizbajo acepto bailar con el alfa menor, despidiéndose de su padre dio comienzo al siguiente vals, ésta vez con su nuevo cuñado.

- ¿Cómo te sientes? - Sonrió Shun al preguntar, el blondo agachó la cabeza. - Estás desanimado. Pero te vi contento hace un momento. ¿Puedo preguntar qué sucedió? - Cuestionó ahora con preocupación.

- Sí le digo que nada, seria una mentira. - Confesó. - Sin embargo, no deseo hablar ahora. - Y así fue cómo el omega se separó del peliverde disculpándose se alejó siendo seguido por la atenta mirada del alfa, quién se acercó y sin previo aviso tomó con suavidad la mano del más bajo, lo halo hasta su propio cuerpo y lo pegó a el, inmediatamente todas las miradas estaban sobre aquel par.

El hombre de melena morada pasó una mano alrededor de la cintura ajena, envolviéndola. Sorprendiendo de sobremanera al dueño de los bellos orbes color cielo, los cuales ahora estaban fijamente puestos en los contrarios, los luceros se iluminaron con intensidad, ámbar y turquesa se habían conectado de manera sagrada, no existía nada más, para ellos no había nadie más que solo ellos dos. No solo sus ojos se conectaron ese día, sus almas estabas expuestas, alfa y omega unidos, volviéndose uno solo.

En está historia;  "Tú eres mi difícil comienzo..."

"... y tú, mi hermoso final."

"Sí estás tú, no necesito nada más. Serás mi fortaleza, sólo de ti dependo yo. Sí estás tú, lo tengo todo."

Ikki abrió sus ojos en sorpresa, sus labios estaban posados sobre los de Hyoga, uniéndolos en un casto beso, al reaccionar inmediatamente se separó.

El rubio por su parte estaba sufriendo un ataque de pánico, su celo estaba volviendo, pero ¿Cómo era posible? Tomó los supresores antes de la boda, su omega era el responsable de todo esto, el miedo se apoderó completamente de su cuerpo, comenzó a temblar, había demasiados alfas a su alrededor, sin poder evitarlo su cuerpo procedió a destilar feromonas, ésto provocó que los alfas le pusieran atención al pequeño novio. Su aroma era fuerte y dulcemente tentador, los alfas del lugar dejándose llevar por sus bajos instintos, comenzaron a desprender feromonas buscando aparearse.

Shun abrió sus ojos en sorpresa al sentir las feromonas del omega, no era nada más y nada menos que terror puro. Así fue como inmediatamente, con ayuda de Dante corrieron hacía Hyoga y lo sacaron del lugar llevándolo hacía su habitación.

- No puedo creer que esto esté pasando de nuevo. - Susurró Dante mientras cargaba al menor, a pesar de que fue un susurro Shun logró escuchar con claridad todo.

- ¿Qué quieres decir con que de nuevo? Dante. ¿Esto ya había sucedido antes? - Cuestionó con suma preocupación, era peligroso que el omega esté entre tantos alfas en ese estado. Él mismo era un alfa lo sabía, pero no se dejaba llevar tan fácil, tenía la misma capacidad que el hombre de cabellos platinados.

- Larga historia, joven amo. Ahora no es momento. - Respondió recostando sobre el lecho al dulce niño quién ya estaba hecho un pequeño tomatito de lo sonrojado que tenía su rostro.

- Bien, pero luego hablaremos de eso. - Dejó por la paz el tema, concentrándose en Hyoga, él era lo más importante en ese momento. Shun pidió amablemente al mayordomo que llamará a su madre y a Natasha, para que les informé de lo sucedido y así ayudaran con el dulce omega. Esa noche sería una larga noche, de eso no le cabía duda.

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Hola, bellas criaturas. A partir del capítulo 8, ya no será todo mariposas, color de rosa el asunto, habrá violencia verbal y física, estamos a mitad de camino de está historia. D: Muchísimas gracias por llegar hasta aquí. ❤✌😊