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Ikki

Kuso... Tenía olor a Alfa, uno muy familiar, además de los mensajes, pero es solo Hyoga ¿Por qué te alteras tanto? ¿Tan difícil es mantener la calma? ¿Tan difícil es intentarlo?

~ "Omega..."

Es lo único que sabes decir. ¡Kuso!

~ "Solo..."

¿Qué quería decir con eso? Es obvio que está solo ¿Con quién más estaría? ¿Y si...? No, Hyoga no es así, no haría tal cosa, él me respeta como su esposo.

~ "Cuidar... Omega... Cuidar..."

No sabía la razón, pero algo en mí deseaba proteger a Hyoga a toda costa, más allá de ser mi esposo por título nuestra conexión como Alfa y Omega es algo inexplicable, el contener algo así no solo lo lástima a él a su vez yo salgo herido, el lazo se hará más fuerte en cuanto lo muerda y reclamé, no exsistirá ser que pueda separarme de él y viseversa. Sin embargo, ese no es mi deseo.

Harto de pensar, perdí la razón bajo los efectos del alcohol como últimamente solía hacerlo cada noche, ésta en particular fue distinta, un aroma dulzón llamó por completo mi atención, entre la conciencia y la somnolencia logré divisar un par de ojos de bello color cielo llenos de inocencia y a su vez de lágrimas gruesas, que caían como ríos de las sonrosadas mejillas del dueño, marcas de mordidas y de moretones pintaban el cuerpo que yacía debajo del mio. Una voz se hizo oír débil pero fue lo suficiente para que caíga en conciencia, de quien sostenía en mis brazos, no era cualquiera.

- Deten...te... P-por fa... vor... -

Una delicada mano estaba posada sobre mi pecho intentando sin mucha suerte, detener las embestidas agresivas que inconscientemente le estaba proporcionando, detuve mis movimientos por completo y solo podía oír la agitada respiración contraria que era acompañada por lastimeros sollozos, entre más consciente estaba más me daba cuenta de la situación actual, con mucho cuidado fui soltando las muñecas del omega, de mi esposo, por que sabía bien de quien se trataba por su magnifica esencia, pero, ¿Qué demonios me hizo actuar de manera tan primitiva?

Mi mente carente de pensamientos sensatos, me hizo tomarlo entre mis brazos, sin dejar de penetrarlo, me ayudo bastante el hecho de que estuvieramos de frente, no lo dañaría aún más. Comencé a repartir besos por todo su rostro, en sus mejillas apartando las lágrimas, descendí por su cuello y besé las marcas salvajes de chupetones, en el proceso acaricié con la yema de mis dedos su espalda, cada parte, hasta quedar en su frágil cintura, recostándolo sobre la cama me dedique a besar y lamer de vez en vez aquellos botoncitos rosados, me hechizo la manera en la que se estremecía debajo de mí, con el pasar de los minutos sentí un líquido cálido rodear mi miembro, estaba consiguiendo excitarlo. Me separé lo suficiente como para verlo, ante mis ojos se convirtío en una obra de arte, sus ojos cerrados con fuerza, sus manos empuñadas agarrando de manera firme las sábanas y su boca entre abierta me tentó a besarlo, y así lo hice, siendo correspondido, no esperé una respuesta mejor y con mi lengua recorrí a placer aquella cavidad, hasta quedarme sin oxigéno. Logré escuchar el leve quejido que salió de sus labios al separarme de los mismos, no estaba consiente de que tan brusco estaba siendo, poco me importo cuando los quejidos se fueron transformando en gemidos conformé lo embestía los mismos se fueron haciendo sollozos nuevamente, lo estaba dañando.

- I-Ikki... Ya... no... Por favor... de... t-ten... te... Ah... -

Sin embargo, no lo hice, no me detuve y fue en ese preciso instante cuando en mí nació la ira.

A pesar de Todo [a.b.o] [Ikki x Hyoga]Where stories live. Discover now