A pesar de Todo [a.b.o] [Ikki x Hyoga]

Quiero un Bebé

Hola, esta parte es +17, creo. Puedes retirarte si gustas, la historia ya terminó en el capítulo anterior y esto no es relevante es solo un extra.

Dedicado a; AlexxPajero Ahí tiene su LemonPie todo feo, hace tiempo que no escribo uno que no sea en un rol. Tampoco es mi fuerte esas cosas y lo sabes. Disculpa, si no es lo que esperabas.

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2 años más tarde.

Cortó los vegetales dejándolos dentro de una fuente, dió un largo y cansado suspiro ¿La cena? No era la razón de su cansancio, era más precisamente cierto alfa que estaba descansando en el sófa. Estaba harto, ya habían pasado tres semanas desde la última vez que Ikki lo había tocado de manera pasional, luego de eso nada, solo abrazos, besos, no es que Hyoga sea un pervertido ni nada por el estilo, le agradaba sentir a su esposo eso no lo iba a negar, pero sí su esposo seguía así iba a hechar a perder su plan. ¿Y sí ya no lo deseaba cómo antes? ¿Y sí...? Dejó los vegetales a un lado y fue hacía el mayor sentándose sobre él.

- ¡Ikki! -

Exclamó el omega agarrando con ambas manos el cuello de la camisa del mayor quién abrió grande sus ojos esmeralda en señal de sorpresa, cruzando casi de inmediato con los zafiros de Hyoga que mostraban molestía, efectivamente no sólo los ojos del Cisne mostraban molestía su ceño estaba fruncido, tenía sus ojos llorosos y sus mejillas estaban rojas, su omega estaba más inquieto de lo normal podía sentirlo, Ikki sabía las intenciones de su pequeño, estaba seguro de que era una mala idea, tenia en cuenta la fecha Hyoga sería más fertíl en un par de días debido a su celo el cual por enercia a él tambien le llegaba, su alfa se volvería loco y buscaría a toda costa un descendiente cosa que por el momento no quería, debido a que su rubio era muy joven aún.

- ¡Quiero un bebé! -

Pidió descolocando al Alfa, quien emitió un gruñido al recuperarse, negó con la cabeza al responder.

- No. -

Realmente pensó que su imaginación le estaba jugando una mala pasada pero con aquella respuesta se sentía más real que nunca.

- ¡¿Tienes a otra?! ¡¿Me... Engañas?! -

Cuestionó el pequeño formando pucheros de vez en vez, miraba a su amado con intesidad como nunca, el omega de Hyoga estaba aterrado eso que hacía estaba muy mal, no debía cometer aquellas faltas.

- ¿En qué te basas para acusarme de tal cosa? -

Contraatacó el de cabellos violetas cruzandose de brazos mostrando seriedad, su Alfa interior comenzaba a hacerse presente.

- No quieras hacerte pasar por desentendido, sí tienes a otra dimelo ahora. -

Exigió firmemente, había cambiado tanto, no era tan tímido, al menos no con él. Pensó Iķki sin apartar la vista de los labios rosados de su dulce niño. ¿Había pasado mucho sin haber probado aquellos labios? No lo sabía, solo anhelaba tomarlos, no obstante, debía mantener la calma.

- Hyoga ¿Te estás escuchando? ¿Cómo puedes cuestionar mi fidelidad? Y me exiges que te responda... -

Ikki contuvo el aliento, no dejó escapar el aire por un par de segundos y supó que su alfa ya había tomado parte del control en él.

- ... No vuelvas a mencionar tal cosa. -

Y eso fue todo lo corehente que pudo decir antes que sus ojos se cambiasen a un bello y amenazante tono ámbar, midiendo su fuerza tomó las muñecas del blondo separandolas de su camisa.