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Hyoga

Suspiré una vez más antes de bajar del auto en el que me encontraba, hoy comenzaré una vida nueva junto a mi futuro esposo, aún no podía creerlo. Mi padre me ha obligado a casarme con alguien que no he visto jamás.

A pesar de lo acontecido, me siento feliz. Mis padres tenían muchos problemas y en parte uno de esos problemas era yo. No soy rebelde sí eso creen, el asunto eran mis estudios, no podían pagarlos durante unas cuantas temporadas.

Mis padres y yo somos de clase media, en una sociedad un tanto peculiar, esto se debe a que existen distintas clases, alta, media alta, media. media baja y baja. Y las personas son iguales, los superiores en fuerza y autoridad son los Alpha, dotados de fuerza que es superior a los Beta y por último Omega, son los más débiles de la "cadena". Últimamente mi madre ha tenido problemas en su trabajo por ser extranjera y ser Omega, lo cual hace que sea más difícil para mi padre el poder sustentar a nuestra familia. Sin embargo, ahora que me voy, ellos podrán vivir bien sin tener que preocuparse por mí.

Bajé del auto esperando las indicaciones de mi padre quién  estaba delante de mí, mi mirada permanecía clavada en el suelo, no deseaba verlo y sé que él tampoco quería hacerlo.

- Ichiro, viejo amigo. -

Se hizo oír una voz muy animada a lo lejos, por primera vez levanté la mirada encontrándome con una enorme mansión. De la puerta vi salir a un hombre de no más de cincuenta años, apuesto sin duda, tes morena ojos profundos de un hermoso color gris opaco, cabellera violeta oscuro rozando el color negro muy bien peinada. Iba vestido de traje parecía ser fino y costoso pude sentir su aura cálida hasta podría decir que ardiente, era un Alfa, era un... Un... Fénix. Creí que ya estaban extintos, al parecer es uno de los poco que queda. Por un momento pensé qué era mi "prometido", hasta que pude observar salir a una mujer muy hermosa de unos 30 años de edad o eso era lo que aparentaba. Su piel parecía delicada al tacto, mostraba una dulce sonrisa, tes pálida, hermosos ojos verdes cómo el pasto en primavera, su cabello era negro azabache. La mujer iba vestida con un hermoso vestido negro ajustado pero no demasiado, cubría todo su cuerpo y no tenia mangas, en su cuello atado en una cinta negra pude observar una especie de joya. Creí que personas cómo ella llevaban diamantes o rubíes, ésta joya era simple pero realmente hermosa y muy llamativa. Era una hermosa omega sin duda, según su aura es una Bennu otra clase de ave casi extinta, es de la misma clase qué el fénix sin embargo es superior a este y viene de Egipto.

Por lo que mi instinto me dice ellos son pareja, aun que parezca extraño quiero saber quien es mi prometido. Me da cierta curiosidad.

- Taiyo que gusto me da verte de nuevo. -

Mi padre le sonrió de forma cálida a aquel hombre, la mujer se acerco sonriente a mi madre y la abrazo muy cariñosa haciendo que mi madre corresponda de la misma manera.

- Así qué tú eres Hyoga, de hace tiempo que no te veo. Has crecido tanto pequeño. -

El hombre me abrazo yo correspondí tímidamente mientras sonreía con algo de nerviosismo. Sin embargo, aquel alfa me resultaba familiar su aroma, su calidez al hablarme.

- Cariño, fue hace mucho tiempo quizás Hyoga no se acuerde de ti. -

Habló la mujer a mis espaldas su tono de voz era dulce y muy tranquilo.

- Lo sé, Mitzuki. -

Respondió el hombre separándose un poco de mi.

- Eres muy hermoso.-

Dijo de repente, mirándome directamente a los ojos inevitablemente me sonroje. ¡En definitiva no me esperaba eso!

- Te pareces mucho a tu madre, has crecido Hyoga, y te has vuelto un hermoso omega. Jajaja ¿Quién lo diría? -

A pesar de Todo [a.b.o] [Ikki x Hyoga]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora