Her name is Won ; Park Jihoon (박 지훈)

• s e k s

Todos a mi alrededor parecían estarse divirtiendo, algunos de mis compañeros soltaban estornudo tras estornudo debido al polvo que se esparcía por ahí en el aire cuando sacudían las cosas. Era lunes dieciocho de abril, habían pasado dos días desde mi cumpleaños. Sentía que ese periodo en el que me sentía terriblemente mal en el año, había empezado, y algo tarde suponía yo. Pero la verdad era que no había empezado tarde, sino que yo no le dí la importancia ni el tiempo necesario para darme cuenta que desde que inició la primavera mis emociones cambiaron.

—Ha pasado casi un mes desde que empezó la primavera, ¿por qué hacemos la “limpieza primaveral” hasta ahora en abril?— Se quejó Yoonbin, sentándose a mi lado de un brinco. Yo estaba sentada en la ancha y larga cornisa del ventanal que estaba en el pasillo, justo frente a nuestro salón; yo me senté ahí después de limpiarla con ayuda de una silla, porque no hubiera podido subirme de un brinco como Yoonbin.

—Es la tercera vez que hacemos la limpieza en abril, creí que ya te habías acostumbrado— Respondí sin voltear a verlo.

—El profesor pide la semana para limpiar en abrilr, para que no nos choquemos con segundo y primer año— Oí la voz de Seokhwa, pero ni siquiera me molesté en buscarlo con la mirada. Estaba con la vista clavada en el recuadro metálico que tenía escrito "3-B" y que estaba unos cuantos centímetros arriba de la puerta. —Primer grado limpia empezando la primavera, segundo grado limpia una semana o dos, después, y nosotros al último.

Cuando la primavera empezaba, los alumnos junto a los profesores asesores debían limpiar el piso que les correspondía. Primer año –y los salones donde tomaban clases aparte, como biología, arte, química, ciencias sociales, el taller de cómputo y demás– estaba en el primer piso del edificio, independiente de la letra. Segundo año estaban en el segundo piso. Y por consiguiente, tercer grado en el piso tres. Había dos baños por edificio, situados en el primer y tercer piso, pero los baños no los limpiábamos nosotros, solo los salones de clases y obviamente, los pasillos. La limpieza se hacía en el transcurso de toda una semana de clases, se podía acabar en una sola jornada, pero según el director, si se designaba un solo día para la limpieza muchos aprovecharían para faltar y no hacer nada, por lo que, si la limpieza se hacía en cinco días, no habría forma en que alguien se quedara sin ayudar. La única cosa que variaba entre edificio y edificio era que, el nuestro era el único que se tomaba tres semanas para limpiarlo. Los demás limpiaban de cabo a rabo en una sola semana, los tres pisos.

Me perdí la conversación que estaban teniendo Seokhwa y Yoonbin después de que Yoonbin se bajara y ambos se pusieran a limpiar otra zona. Solté un suspiro largo y chasqueé la lengua. —¡Haneul!— La llamé para que me ayudara a bajarme de ahí.

—Haneul se fue con Domin a llenar una cubeta con agua al baño— Escuché la voz de Jihoon. No habíamos hablado desde el sábado en la mañana que lo invité a mi casa, de hecho no habíamos hablado en todo el día y menos ahora que teníamos que limpiar.

Eché la cabeza hacia atrás, apoyándola en el vidrio de la ventana. Solté algo parecido a un gruñido y después me enderecé para buscar a Jihoon. —Ayúdame a bajar de aquí— Le dije al verlo justo frente a mí, cerca de mis piernas.

Jihoon se quedó en silencio unos cuantos segundos en lo que yo me acercaba a la orilla de la cornisa con cuidado. Park se abrió camino entre mi brazos para posar sus manos cerca de mis costillas y mi cintura, me sujetó con fuerza y me bajó de ahí con un solo movimiento en sus brazos, casi como si fuera un maldito robot desmantelando algo. No me soltó, ni siquiera dejó que mis pies tocaran el suelo, me mantuvo elevada para que mi rostro quedara a la altura del suyo y al ver que no me soltaba me agarré de sus brazos, por encima de sus codos.

—¿Cuánto pesas?— Preguntó frunciendo el ceño. —¿Tres kilos?

Ojalá. —Bájame.