CAPITULO 13

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Los dos agotados, entrelazados en la cama, descansando, Rafa tenía abrazado a Saúl, pequeños besos se iban repartiendo por su rostro y cuello, los dos con sendas sonrisas satisfechas en sus rostros.

Relajados y regalándose algunas caricias, compartiendo un silencio cómodo, Rafa se movió atrayendo al pequeño omega y con satisfacción besó los labios de Saúl. Su lengua capturó y bailó con la otra, saboreando por completo esa dulce boca y no paró hasta que no escucho los gemidos de este.

-Ahhhhhh, estuvo increíble. Me siento tan relajado. Ummmmm sigues oliendo tan bien.

-Sí, yo también me siento muy relajado. Quiero llamar a mis padres para saber que tal esta Aridian.

-No te preocupes, la niña está perfectamente. Llamé mientras dormías, les dije que mañana por la mañana la recogerás.

-Perfecto, la echo de menos, no estoy acostumbrado a estar sin ella.

Saúl se sentía en la gloria, hablando así, suavemente con su alfa, los dos desnudos, con los cuerpos entrelazados, abrazado por el alfa, que cada poco besaba su cabeza.

-Por cierto, ahora que me acuerdo. Sabes que el mes que viene acabo las clases y empiezan las vacaciones.

-Sí, estarás deseándolo, has trabajado mucho.

-Bien, pues verás, nos vamos de vacaciones. No será mucho tiempo, una semana o así.

- ¿En serio? Que ilusión.

-Bueno, no puedo dejarte aquí. Nuestros padres sospecharían si yo me voy de viaje y tú no. -Un estremecimiento recorrió al omega mientras le escuchaba. -Estuve mirando, cerca del hotel donde me quedaré con Noelia, hay otro. Podrías ir con Juan y la pequeña. Lo que no iré a visitaros. Serán nuestras primeras vacaciones en pareja y espero sea todo muy romántico y perfecto.

Saúl, luchaba para contener sus lágrimas, quería salir corriendo de la cama, de los brazos del alfa que seguía acariciando su cuerpo. En eso un sonido audible de tripas salvó la situación.

-Estoy hambriento. ¿Qué te parece si preparo algo de cena mientras te duchas?

-Sí Rafa, voy ya al baño.

Se encerró en el baño y sentándose en la bañera dejando el agua caer sobre su cuerpo, se abrazaba mientras fuertes sollozos hacían que se sacudiera. Un dolor desgarrador que traía un frío desolador dejándolo destrozado. No entendía a qué venía todo eso. Acababan de compartir un momento precioso, parecía que el alfa se había abierto a él. Pero seguía pensando en la alfa.

Se sentía utilizado, estúpido y muy dolido por todo lo que se había permitido sentir por el dañino Rafa. Este tan imbécil y egoísta como era, ni siquiera era consciente del dolor que causaba.


Cenó sin muchas ganas, le dolía el cuerpo, toda la energía había desaparecido. Cuando se encaminaba a su habitación para dormir, Rafa se despidió de él con un pequeño pico y se fue para pasar la noche con su novia, mientras Saúl hundido en su miseria, no durmió apenas, moría de dolor y solo lloraba con el corazón destrozado.




Las vacaciones se fueron más rápido de lo que Saúl hubiera pensado. En esos meses estuvo muy ocupado cambiando el hábito alimenticio de Aridian para que empezara a aceptar sólidos, también buscando una guardería cercana a la universidad y acordando los horarios en los que iría Estela y Marta, la chica que limpiaba. A las dos les había rogado que nunca comentaran con los padres de ellos como era la relación de la pareja.

Era obvio que ya el alfa no vivía en la casa. Seguía bañando todas las noches a Aridian y muchas veces pasaba todo el día con ella, se la llevaba desde la mañana para regresar de noche. Desde que pasó lo del celo, Rafa no había vuelto a dormir en la casa.

Saúl había pasado mucho tiempo con Juan y este había dormido en su casa muchos días, gracias a su hermanito se había mantenido entero y había podido volver a sonreír. Ahora solo esperaba el inicio de las clases. Estaría tan ocupado que una vez por todas podría poner fin a su estúpido amor por Rafa.


Para noviembre, se había habituado a la nueva rutina, se despertaba temprano, daba el desayuno a Aridian la dejaba en el parque arreglada y entonces desayunaba y preparaba todas sus cosas. La dejaba en la guardería, solo a diez minutos de su facultad y tras esto iba a las clases.

Rafa había tenido razón, todo era tan diferente al instituto que cada día se sentía más fuerte, seguro y feliz. Tras la sorpresa inicial de tener un compañero omega y unos días de clase, todos se habían percatado de su inteligencia. Habían peleado y discutido entre ellos para tenerlo en sus equipos de trabajo y para su sorpresa siempre le elegían líder, era desconcertante que dada la personalidad de los alfas, ellos siempre quieren liderar, pero en los grupos que estaba Saúl, era seleccionado por mayoría.

Unas semanas más tarde uno de los alfas ya le caía especialmente bien y tras unas semanas se podría decir que eran amigos. Adrián era muy protector con Saúl, aunque la marca y su maternidad ya eran bastante protección contra los alfas.

Casi siempre recogía a la niña de la guardería y regresaban a casa donde los esperaba Estela para ocuparse de ella mientras Saúl se centraba en sus estudios. Había días de la semana que la recogía Rafa y pasaba toda la tarde con la pequeña, para dejársela a Saúl por la noche.




Un viernes a principios de diciembre Rafa le había dicho que se quedaría con la pequeña y la llevaría a casa de sus padres, que querían estar con ella. Saúl aceptó en seguida, ya que por fin podría hacer planes para cenar con Adrián y Lucas, el novio de este

-Moría de ganas de conocerte Saúl. Cuando Adrián me habló de ti, tras el primer día de clase tuve mucho interés. Tras las primeras semanas le dije que se hiciera amigo tuyo, que te cuidara. Ser el único omega de esa universidad debe ser agobiante y dar miedo. Cuando comprendió como debías sentirte accedió y ya no ha dejado de hablar de ti. Realmente se puede decir que eres su mejor amigo.

-Yo también tenía muchas ganas de conocerte, después de oír hablar de ti tanto. Lo que me es muy difícil para mí quedar de noche, como supongo sabrás que soy madre.

-Sí, ¿tienes alguna foto?

Mientras la orgullosa madre mostraba algunas fotos a su amigo y a Lucas, los dos soltaron exclamaciones de asombro y alguna risa.

-Es realmente preciosa. Podemos quedar alguna tarde, además ustedes tienen trabajos que hacer juntos, podemos juntarnos y yo puedo echar un ojo a la niña.

-Pero tú también tienes que estudiar.

-No hay de qué preocuparse, lo llevo bastante bien y por alguna vez no me va a perjudicar.


Tras cenar decidieron ir a un pub a tomar unas copas, era la primera vez para Saúl y no podía creer lo bien que lo estaba pasando. Mientras bebían, bromeaban y bailaban el tiempo iba pasando. Saúl algo embriagado se divertía a más no poder.

-Oye Saúl, ¿conoces a ese alfa? no deja de mirarte, bueno es cierto que varios han estado observándote, pero ese en especial no te quita ojo. -Le susurró Lucas.

Saúl miró a su alrededor hasta que sus ojos se encontraron con los de Rafa, este le miraba atentamente. A su lado un alta, rubia, elegante y despampanante mujer, hablaba con varios amigos.

-Yo sé quién es. Esa pareja es famosa en la universidad. -Explicó Adrián al verlos. -Son hijos de padres muy ricos e influyentes, son la pareja más envidiada, los dos son guapos, ricos, inteligentes, lo tienen todo.

Saúl solo pudo asentir, mientras retiraba la mirada, ahora la noche no era tan divertida y había perdido su brillo, por fin había visto a la famosa Noelia, solo para darse cuenta de que no era rival. Como necesitaba algo de tiempo para reponerse de este nuevo golpe, se disculpó para ir al aseo.

Continúa>>>

Te odio mi amorWhere stories live. Discover now