CAPITULO 10

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Mientras Rafa preparaba la cena, Saúl acostado en el sillón sintiéndose muy pesado, con su muy abultada barriga, ya no sabía en qué postura colocarse, se sentía terriblemente incómodo aparte de no paraba de ir al baño cada poco tiempo a orinar.

-Falta un poco para que se termine de hacer la cena. ¿Qué te pasa Saúl? no dejas de removerte y suspirar.

-Estoy terriblemente incómodo, no sé como ponerme ya. Joder las ganas que tengo de que nazca.

-Ven recuéstate sobre mí, así muy bien. -Las manos del alfa acariciaban la enorme barriga que no paraba de moverse, mientras trataba de relajar a la mamá y a "Cachito" le resultaba divertido ver al omega tan torpe necesitando tanto de sus atenciones. - ¿Estás mejor?

-Sí, algo más cómodo. -Soltó un suspiro mientras se relajaba apoyado en su marido, cuando sintió un fuerte dolor. -Ahhhhhhh, ¡mierda! ¡joder!

- ¿Qué te pasó ahora?

-Joder, me muero de dolor. Es como si se me partiera la espalda.

- ¿Te estás poniendo de parto?

El omega no pudo responder mientras un gemido de dolor escapaba de sus labios. Sin esperar la respuesta, Rafa se puso de pie y cogiendo en brazos al omega le trasladó al dormitorio. Fue corriendo a la cocina donde apagó el fuego para regresar al dormitorio donde se cambió de ropa y le puso otra a Saúl.

Cogiendo la pequeña maleta que ya tenía preparada el omega para el día del parto, cogió las llaves del coche y a su marido, le sentó con cuidado en el asiento del copiloto y le colocaba el cinturón de seguridad intentando que no le apretara la barriga. Tras encender el coche y mientras conducía dirigiéndose al hospital, telefoneó a sus padres y después a sus suegros para informarles.


Una vez llegaron al hospital y mientras Rafa rellenaba el papeleo exigido, llevaron al dolorido omega a una habitación, donde poco después se acercó el médico para ver que todo iba bien. Satisfecho y mientras rellenaba algunos gráficos mientras le hacía alguna pregunta, llegó el alfa.

-Buenas noches, Rafa, todo va muy bien. El canal de expulsión se está abriendo bien para permitir la salida del bebé. Solamente falta que acabe de abrirse del todo para llevarle al paritorio. ¿Usted entrará también?

-Por supuesto.

-Bien le traeremos lo que debe llevar puesto. Por ahora todo va muy bien, vendrán cada cinco o diez minutos algún enfermero para llevar el seguimiento. Cualquier cosa no dude en llamarles. Hasta dentro de una hora o así no lo bajaremos.

El médico se marchó y el alfa se quedó solo con un sudoroso y dolorido omega, que gemía y retorcía de dolor.

-Saúl dice el doctor que todo va bien. Solo tienes que soportarlo un poco más. Lo estás haciendo muy bien. -Se aproximó a la cama y se sentó junto a su omega, le limpió el sudor mientras le acariciaba con suavidad, dejó salir un poco de sus feromonas que el omega inspiraba con ansias haciendo que se sintiera más relajado. -Todo irá muy bien. Nuestros padres están al llegar. ¿Necesitas algo?

-No te vayas, no me dejes. -El omega asustado se agarró a su brazo con fuerza y suplicando. -Tengo miedo y siento mucho dolor.

-Todo irá bien Saúl. Eres maravilloso y lo estás haciendo perfecto. Ven abrázame deja que te acaricie, así relájate, todo está bien.

Poco después llegaron los padres, para encontrarlos abrazados en la cama, un tembloroso y asustado omega totalmente aferrado a su alfa, mientras Rafa tranquilo le acariciaba y le rodeaba con sus feromonas.

Te odio mi amorWhere stories live. Discover now