Te odio mi amor

CAPITULO 3

Las dos familias, sentadas en los costosos sillones del enorme salón de la casa de Rafa, aún no habían sacado el tema que realmente los había llevado a encontrarse, las educadas preguntas de interesarse por la salud y demás se estaban alargando.

Rafa y Saúl sentados frente a frente, sin mirarse, muy nerviosos y asustados sin saber que terminarían decidiendo sus familias, Saúl se sentía un poco más aliviado, había extrañado y sentido dolor por no haber estado con su alfa, ahora por fin parecía que podía respirar y se sentía de alguna manera más tranquilo.

-Creo que lo mejor es que hablemos ya y acordemos que hacer. -Dijo con tranquilidad el padre de Saúl.

-Sí, en un principio queremos que sepan que nuestro hijo no marcó ni hizo todo esto adrede, se vio por primera vez en su vida ante un omega en celo y no pudo resistirse. -Habló el padre de Rafa fingiendo un poco de desazón, ya que en el fondo estaba muy feliz de que esto hubiese ocurrido.

-Nuestro hijo ha decidido que no quiere abortar. Ustedes qué proponen.

-Ya que su hijo fue marcado, ya no puede estar separado mucho tiempo de Rafa porque puede enfermar, más el hecho que van a tener un bebé juntos. Proponemos lo siguiente. Casarlos, les conseguiremos una vivienda cerca de la universidad AF, mi propósito es que Saúl entre en ella también y estudie aquello que él desee.

-Pero señor, allí solo estudian alfas.

-Lo sé Saúl, pero mi familia lleva mucho tiempo donando dinero y dada tu inteligencia no tendrás problema en aprobar todo con matrícula, entrarás sin ninguna duda, pero no sería este curso, ya sería para el año que viene. Ya que con el parto y demás te resultara difícil tomar las clases. -Saúl y su familia escuchaban asombrados.

-Pero lo de casar a los niños, lo veo un poco extremo. -Susurro la madre de Saúl.

-Hay que ser conscientes, sobre todo usted, que su hijo necesitará estar cerca del nuestro, cuando el embarazo esté más avanzado esa necesidad será casi de vida o muerte. Ya está marcado, casarlos es solo por el bien de bebé, ya han hecho todo ellos dos. -Para tranquilizarlos decidió suavizar las cosas. -Sería una boda tranquila, solo nosotros. Más adelante cuando acaben la carrera, podríamos hacer una gran celebración y ahí ya invitar a todos, familias, amigos, etc.

Todos se quedaron en silencio asimilando lo dicho. El silencio cada vez más opresivo, se iban sintiendo más nerviosos.

-Antes de tomar cualquier decisión, ¿por qué no salen los niños al jardín y dan una vuelta, hablan y nos dicen que piensan después? -Los dos asintieron con la cabeza y salieron de la casa.

Estuvieron caminando en silencio un rato, alejándose de la casona, Saúl estaba completamente nervioso, sentía la cicatriz fría y le picaba, percibía el odio que sentía el alfa por él y le causaba dolor a su omega.

-Yo no quiero nada de todo eso, te detesto y me asquea el recordar ese día. Pero no puedo oponerme a mi familia porque perdería todo lo que realmente quiero.

-Yo tampoco querría estar contigo, siento en mi interior todo ese odio que sientes por mí, pero tampoco puedo decir que no, en mi caso porque enfermaría y podría morir debido a la marca.

-Me alegra que seas consciente de mi odio, te voy a explicar como serán las cosas. Viviremos juntos, cada uno en una habitación. Como compañeros de piso y punto. En la universidad actuarás como si no me conocieras, no quiero saber nada de ti. El embarazo y el bebé me la sudan, pero sé que necesitarás de mi olor y cosas así a lo bestia, podrás usar mi ropa e incluso dejo que te acuestes en mi cama mientras yo no esté. No te entrometerás en mi vida social y te dará igual a quien me folle. Una vez pase el parto y empieces con los putos celos conmigo no cuentes y...