Primer libro de la serie: Amores de Luisiana.
Bradley se enfrenta ante una decisión difícil: dejar atrás el pasado, desistir del presente y darle una oportunidad al futuro.
Sin embargo, ninguna decisión se vuelve sencilla cuando se trata de sexo, am...
Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.
Bradley.
Más de 10 años después.
Cuando me desperté pensé que estaría solo, pero no, ella seguía allí; en mi cama. No era de esos hombres que utilizaba a las mujeres, pero cuando una persona deja una parte suya en ti, se torna complicado desechar ese pedazo y volver a ser tú nuevamente.
Cuando Allyson se fue mi mundo no se derrumbó. No como aquellas novelas dramáticas donde nada tiene sentido y las cosas pierden color. Tenía un motivo para luchar: Lucas. Durante ese tiempo di lo mejor de mí para ser un buen padre. Lo llené de amor y deposité mi esperanza en él; me aferré a mi hijo como un náufrago a su bote salvavidas. Eso funcionó cuando las cosas comenzaron a salirse de control; para las noches en que deseaba llamarla; escucharla o tomar un avión que me llevara a Londres.
Luego de un tiempo seguí la corriente del mundo, como se supone que un hombre maduro debería hacerlo.
Sin embargo, ella seguía en mi corazón. Abrumando mis sentidos; cortando la poca paz mental que tenía. Pero la cereza en el pastel fue cuando mi hijo enfermó. Hice lo que pude, sin embargo, tardaron en encontrar un diagnóstico, hasta que fue demasiado tarde y solo le quedaban meses de vida. En un parpadeo me encontré con una noticia terrible, lo que me hizo pensar, ¿por qué? ¿Por qué no se me permitía ser feliz? ¿Qué mal había hecho que no tenía paz?
No obstante, aunque mi vida estaba de cabeza, no me rendí. Luché por encontrar a alguien que me diera una mínima oportunidad. Busqué segundas opiniones cuando ningún neurocirujano quería operarlo. De esa manera di con un artículo sobre ella. Tontamente, creí que era el destino buscando la forma de acercarme a Allyson. Pensé que era un plan del universo para verla y, tal vez, retomar lo que dejamos en el pasado.
Constantemente pregunté por ella a mi hermana. Decía cosas como: «está en Londres», «conoció a un chico»; «las cosas van en serio con él».
Esa parte me dolió, pero me dije que era el proceso de la vida. Quedamos en que seguiríamos adelante; que nuestras diferencias en lo que queríamos en ese momento era invencibles. Allyson estaba en la etapa de crecer y forjar su propio futuro, mientras que yo tenía un hijo y un imperio que dirigir. Ella consiguió avanzar y, a pesar de que no estaba contento y me dolía, reconocí que era lo mejor.
Entonces, un día mi hermana me confesó que Allyson ya no estaba con el chico, que volvió de Londres; que seguía soltera. Eso me llevó a creer que era mi oportunidad, no solo de salvar a mi hijo, sino de encontrarme con ese amor que durante trece años marcó mi vida.
Sin embargo, el resultado no fue lo que esperaba: Allyson ya no me amaba, me convertí en un mal recuerdo para ella, y estaba enamorada de un hombre a pesar de muchos años sin verlo. Ni siquiera puedo decirte cuánto eso me dañó; Allie siempre fue un recuerdo bueno para mí. El mejor que tenía después de Lucas.
