1. Bienvenida a Néon

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-Al parecer, no es un simple vale que tienes que pagar por entrar a Neón. Es algo más importante que eso... – Dijo el muchacho con simplicidad - pero no he podido sacar más información aparte de esa. Es como se bloqueara los buscadores cada vez que intento buscar al detalle esa supuesta ciudad. ¿Me podéis decir como la encontrasteis? Ni con mis métodos pude encontrar nada más.

Hoseok miró a Luna, que agachó la cabeza con frustración y duda. No podía ser cierto, ¡ella lo había visto! Ella había comprobado con sus propios ojos como le aparecía en un anuncio, en una recomendación. En casi todos los medios.

-A ver... - respondió con nerviosismo. Los dos pares de ojos se posaron en ella. –Cada vez que me metía a internet me salía un anuncio de una ciudad subterránea donde decían que todo era color neón. Los edificios, las calles, todo. Yo, después de verlo repetidamente entré a la página web esa para buscar más cosas sobre esa ciudad. Solo dejaban entrar a personas muy poderosas, o lo suficientemente ricas para poderse pagar ese vale. Le hice capturas a lo importante y ya. Esas mismas que te pasé a ti.

NamJoon frunció el ceño y Luna tragó saliva. No estaba diciendo ninguna mentira, de verdad le había ocurrido eso.

Todo comenzó con una coincidencia. Una coincidencia muy oportuna. Hoseok y ella querían hacer un viaje para celebrar que terminaban su carrera de bellas artes. Esa carrera que tanto apasionaban y ansiaban de tener un futuro con ella. De todas formas, un futuro sabía que tenían seguro, pues eran graduados de la universidad de Stanford.

Al principio escogieron Florencia como destino principal. Sin embargo, desde que Luna vio Neón, se enamoró de la idea de ir a ver esa desconocida, pero a la vez tentadora ciudad. Si a Luna le encantaba algo, era dibujar. Era una gran influencer en una de las más famosas redes sociales de aquel tiempo: Instagram. Lo que era un hobbie para ella se convirtió (eso sí, con mucho esmero y dedicación) en una parte fundamental de su vida. Su amor por el arte y su gran afán de superación hicieron que en pocos meses ella obtuviese más de cien mil seguidores y varias empresas quisieran colaborar con ella al ver el potencial de la chica. Sin embargo, Luna decidió renunciar a todas esas ofertas porque solo tenía en mente dibujar un estilo, y era el suyo. Aceptar esas posibilidades era cambiar la gama de colores que utilizaba en sus dibujos, que eran el símbolo de ella, y convertirse en una artista, según ella, sin personalidad y sin un estilo único.

No quería decir que otras artistas no tuvieran personalidad por cambiar colores o estilo de sus dibujos. Lo que decía es que sus colores eran fundamentales para que el mundo pensase que esa obra era de @neeonrt. Ya que, como decía su nombre, todos y cada uno de sus dibujos estaban formados por colores y luces neón. Podía cambiar el diseño, los trazos, pero si no le daba ese toque especial con esos colores mágicos y seductores, no era ella. Luna estaba muy orgullosa por todos esos dibujos y pequeñas obras de arte, como las calificaban sus amigos. Pero le había ayudado muchísimo otra persona a darle vida a estos.

El diseñador de moda ¨Kim¨ o mejor apodado ¨el rey moderno¨, era una persona que dejaba en cada diseño, en cada prenda, un color brillante neón que apasionaba y dejaba asombrada a la de pelo negro. No sabía cómo podía combinar lo antiguo con esos colores tan llamativos, y que quedase tan elegante y sofisticado. Tan moderno y a la vez común. ¨Kim¨ era un artista, en todos los sentidos. Y aunque nunca ha podido comprarse algo de él, salvo una diadema, que le regaló su mejor amigo, seguía todas sus nuevas colecciones, deleitándose por esas combinaciones tan hermosas y mágicas que inspiraban tanto a Luna. Kim era un ejemplo a seguir.

Hoseok sabía cuánto significaba eso para ella. Poder ir a una ciudad así era un paraíso para la chica. Y su amigo quería cumplir sus expectativas, su fantasía hecha realidad.

Néon {Kim Taehyung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora