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Tema: ¿Por qué yo?

Entre tantas personas me eligió a mi y eso hizo que por mi mente solo pasaran tres palabras: ¿por qué yo?

No me molestó en un principio que lo hiciera, porque realmente necesitaba el trabajo, después de todo lo único que debía hacer era el servicio de limpieza de ese club ¿qué tenía de malo?

Llegué el primer día a la dirección que me habían dado y no estaba segura de si ese era e lugar indicado; llegue a un terreno baldío con este único edificio allí, me acerqué a la que parecía ser la entrada y encontré un sobre con mi nombre escrito, allí había una llave y una carta con indicaciones.

Lo primero que debía hacer era ir al cuarto de lavado, y organizar la ropa que estaba indicada con otra carta, debía ser lavada, planchada y doblada, luego yo tenía que encargarme de llevarla a la dirección que se indicaba, al parecer era un lugar donde recibían donaciones .

Así continuaron las semanas sin que viera a nadie en tan lúgubre lugar, siempre recorriendo los mismos lugares y realizando las mismas tareas.

Un día, mientras me acercaba a la entrada para recoger mi tan habitual sobre, encontré a una persona allí parda, era el mismo hombre que me había escogido, me dijo que las reuniones que hacían en ese club eran por la noche y que por eso nunca me había encontrado con nadie, pero que ese día estaba allí porque necesitaba que hiciera algo delicado: limpiar sangre. De inmediato me negué y quise huir de allí , pero él me tranquilizó diciendo que la noche anterior habían sacrificado un cerdo que estaba tan ebrios que no habían notado toda la sangre que seguía en el lugar, al escuchar eso me tranquilicé un poco y simplemente me dediqué a cumplir con mi trabajo.

Mis quehaceres en ese lugar en realidad no variaron demasiad, con la excepción de que en ocasiones debía limpiar nuevamente algo de sangre y debía deshacerme de algunos huesos que estuvieran tirados por allí.

Pasaron los años y la rutina no cambió mucho en realidad, yo estaba feliz con mi trabajo, tenía una buena paga y cuando debía limpiar los desastres de esas fiestas, el dinero ese día era más.

Un día reunida con algunos amigos, me preguntaron por mi trabajo y si no me daba curiosidad, yo les dije que no mucha, que lo importante era el dinero, pero estaba mintiendo, desde un principio quise saber qué sucedía en ese lugar por las noches cuando se reunían; de tanto tiempo que llevaba en ese lugar, sabía más o menos el día que harían esa gran comilona, por lo que torpemente decidí quedarme escondida en el lugar para poder presenciar la fiesta que solían hacer aproximadamente cada mes.

Al ponerse el sol empecé a escuchar voces y pasos rondando por el lugar, pude incluso escuchar cómo preguntaban por la comida y cómo otro respondía que debían buscarla, eso no lo entendí muy bien pero lo dejé pasar, total en un par de horas vería con mis propios ojos la mentada fiesta que se comenzaba a desarrollar; cada vez se escuchaban más voces acompañadas de un poco de música de ambiente, cuando de repente todo se detuvo y escuché como un hombre decía que la cena de ese día se encontraba escondida en el lugar y que debían buscarla, de inmediato el miedo me invadió porque si esas personas comenzaría a buscar su comida por el lugar, era muy seguro que me encontraría y no quería perder mi empleo.

Cuando comenzó nuevamente el revuelo, traté de no hacer ruido, pero pasados unos minutos, escuché como alguien decía muy cerca del lugar en donde yo estaba que ya había encontrado la cena, de inmediato me quedé mucho más quieta, si es que era posible, hasta contuve la respiración.

"Maldito el momento en el que vine yo a esconderme justamente al lado de la comida" pensé mientras mi nerviosismo aumentaba.

Tenía los ojos cerrados, pidiendo que no me fueran a ver, cuando de repente sentía que varias manos me sujetaban, sacándome del lugar en el que estaba para comenzar a sujetarme con varias cuerdas. Inmediatamente comencé a llorar, a pedirles que me soltaran, que no me fueran despedir, que les prometía que nunca más lo volvería a hacer, pero la única respuesta que obtuve fue la risa de las cinco personas que me rodeaban mientras entre todos me llevaban hacia el gran salón que cada mes yo debía limpiarle la sangre.

Cuando llegamos al lugar, vi como todo el mundo empezaba a celebrar, con sus copas en mano y su mirada fija en mi.

"La cena ha llegado" escuché decir a un hombre en el centro del lugar, miré a todos lados pero lo único que vi fueron bebidas y algunos acompañantes, no veía nada que se le pareciera a una cena.

Me llevaron hasta la mitad del lugar comenzaron a desvestirme, comencé a llorar más fuerte y a suplicar para que no me violaran, pero mi llanto cesó cuando escuché a ese mismo hombre hablar.

-No somos bárbaros, no nos atreveríamos a hacer tal cosa, pero no nos gusta que la tela se entrometa con nuestra cena.

Lo escuché hablar con el tono más sádico que había escuchado en mi vida para luego sentir como mordía uno de mis brazos, logrando desgarrar con sus dientes un pedazo de este. Mi llanto había cesado pero en ese momento comencé a gritar por el dolor que ese acto me causó, mientras a mi lado el mismo hombre invitaba a las demás personas a comer, a comer de mi.

Mis gritos de dolor aumentaban con cada mordisco que recibía, podía ver como mi sangre salía por todas la heridas y el dolor se hacía cada vez más insoportable.

¿Por qué yo? eso fue lo único que lograba pensar mientras poco a poco a causa del dolor todo comenzaba a verse negro.

Calabazas de medianocheTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang