Cuando el reloj da las doce todo queda en silencio, como en trance, y aprovechando el momento que no tienen durante el día, ellos salen a las calles a disfrutar de la tranquilidad de la noche.
Cuando el reloj da las doce todo queda en silencio, como en trance, y aprovechando el momento que no tienen durante el día, ellos salen a las calles a disfrutar de la tranquilidad de la noche.
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se re...