Capítulo 08: Número 19

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***
La nota y número 19.



















Él se fue pasado por un lado mío y yo me quedé sola. La clase ya había apezado, yo ya no pude entrar a la clase, era la última hora y mejor decidí irme ya, le mandé un mesaje a James para que no me esperara después de clase. Apagué mi celular y lo guardé en mi bolsa, subí las esclaras para ir allá afuera.

Michael caminó hasta llegar al salón mientras que la puerta ya estaba cerrada, ya no pudo entrar y se quedó allá afuera. Él se sentó tomando su celular y checar la hora, marcaban las doce de la tarde, lo dejó en la mesa y arrugó su frente poniendo su mentón en su mano.

Hande abrió las puertas para estar en el aire fresco, miró a Michael que estaba sentado, lo pudo mirar de espaldas y fue con él a tomar asiento.

―Michael, no entraste a la práctica y el maestro John calificó seis firmas y ahora estás aquí tranquilo. ¿Qué te pasa? Ya vendrán los examanes finales... ―Ella se preocupó, dejó su celular en la mesa mientras su cabello tapaba la mirada de ella arrugando la frente.

―Hande, déjalo solo. ―Mark se acercó a la mesa y Hande lo miró―. Vamos Hande, déjalo solo ―lo dijo de nuevo.

Hande tomó su celular bruscamente y se puso de pie para mirar a Mark y se fue. Mark se sentó en la misma silla que estaba Hande y cruzó sus pies teniendo la mirada seria para mirar a Michael, se esperó un poco y no dijo nada.

―Michael, dime algo, ¿qué pasa amigo?

―No la entiendo... ella es tan diferente que no la entiendo cuando estoy cerca de ella. Era diferente antes, y ahora se comporta como si yo fuera un extraño cerca de ella.

―Tranquilo amigo, te entiendo... Mira, no sé quién sea pero si tú me dices yo puedo hablar con ella y así ver en qué podemos llegar.

Terminé de bajar las escaleras y abrí la puerta de la estrada para salir de la escuela. Mi celular sonó y me detuve en las puertas para buscarlo en mi bolso entre los libros y colores que tenía por dentro.

―Dime. ―Puse mi celular en mi oído para escuchar la llamda.

―Tn, ¿ya te vas? Es temprano todavía, son las tres y media de la tarde.

―Sí James, mis clases ya se terminaron y mejor iré a mi casa, tengo las llaves.

―Bueno, allá te espero, te vas con cuidado.

―Está bien, ¿a qué hora regresas?

―Mira, estaré con Isabella después de clases, como las cuatro y llegaré a la casa como las cinco y algo.

―¿Tan tarde? Sabes que mamá nos dijo que ella no va a estar a esa hora, iba hacer un mandado.

―Bueno, pero estarás tú y eso es lo que importa. Bueno, nos vemos, la clase ya empieza. ―Colgó el teléfono, yo estaba en medio camino cuando lo dejé en la bolsa.

Seguí caminado cuando miré Michael con otro chico sentados en la mesa de lado derecho, quité mi mirada de ellos y seguí caminado todo derecho.

―Ya se de quien hablas. ―Mark dejó de mirar a la chica y miró a Michael.

―Ya no importa, ya sabes como termina esto. ¿Nos vamos?

―Vamos. ―Los dos se pusieron de pie y caminaron para bajar las escaleras y llegar al estacionamiento, cada quien se fue a su carro y saliron para ir a la casa de Michael.

Michael se puso unos lentes negros mientras seguía manejando, abrió la ventana del carro y sacó su mano para recargarse en la parte de arriba para que todo el aire llegara por fuera y manejar más tranquilo. Sonó su celular y lo tomó recibiendo la llamda.

―¿Qué pasa papá? ―Sostenía el celular en si oído para escuchar la llamada.

―Sé que vienes en camino hijo, quiseras que vinieras con nosotros acomodar algunas cosas. ―El señor Jackson se quedó en frente del club mientras los encargados ingresaran cajas de bebidas en el club.

Él luce con un pantalón de mezclilla con una camisa color rosa fuerte entre naranja, con unos lentes negros.

―Iré para allá. ―Colgó el teléfono y lo dejó a un lado mientras seguía manejando.

Mark se dirigía a la dirección de Michael para llegar al club. Mark luce con un pantalon de mezclilla con una camisa gris, que los botones estaban desabrochados de la parte de arriba. Ellos dieron vuelta de la siguente calle y se estacionaron en frente del club mientras que su papá despejó su celular de su oído para mirar atrás.

―Hijo, aquí estás... ―Se acercó al carro de Mike.

Michael se bajó del carro y se dieron un saludo mientras Mark se acercó a ellos dando una pequeña sonrisa.

―Que tal Mark ―dice Joe.

―Todo bien, muchas gracias.

―Bueno hijo, ya están exportando las bebidas y necesitemos que ordenes la lista para los invitados que vendrán en esta semana Mike.

―Bien, pasemos adentro.

Estaba buscando las llaves de mi casa en mi bolsa y abrí la puerta, dejé las llaves en la mesa y también mi bolsa que la puse en el sillón. Me quité mi sueter, vi una nota en la mesa que fui por ella y la abrí para ver de quien era.

Solo para recordarte, si llegan las dos a la casa, yo regresaré con tu padre mañana en la noche. Ya pronto cumplirán 19 años, y esta casa ya no estará, vivirán en un edificio que nosotros le daremos a cada quien. Los quiero.

Atte: Zerha.

Cerré la nota y la dejé en el mismo lugar suspirando del cansancio, me quité los tenis y subí las escaleras para llegar a mi cuarto y recostarme. Me quité mi sueter y lo aventé en el suelo, me aventé en la cama boca abajo y cerré mis ojos.

Pasó la media noche y me desperté de la nada de mi cama, estaba buscando mi celular y ver si no tenía nada de notificaciones. Me acosté de nuevo, me acomodé bien en la cama y puse mi mano en mi panza para mirar la pared. Me senté en la cama de nuevo, tenía curiosidad de salir por la ventana a ver si hay algo. Puse mi mano en la orilla de la ventana para recargarme y mirar allá afuera. Miré allá abajo y ahí estaba mi hermano con su chica llegando del carro, se bajaron del carro y estraron ellos dos a la casa y yo que quité de la ventana para acostarne de nuevo y poder dormir.












































Subiré doble capítulo mis lectoras. Hasta prontoo! ❤

¿Mike, es amor? © | Michael Jackson.Where stories live. Discover now