Capítulo 25: Un bebé inocente

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―Que tengas un buen día, Riza. ―Se acercó a él mientras tenía bolsas en sus manos.

―Que así sea Kenry. ―Estaba barriendo la banqueta sin mirarlo.

―Te vez mejor, ya te puedes mover...

―Muchas gracias, gracias.

En serñor se acercó un poco a él mientras Riza no lo miraba, se estaba concentrando en su servicio para acabar pronto y poder hacer otras cosas después.

―¿Qué oponas del joven del siguiente edificio? Queda entre nosotros... no le diré a nadie ―se mantuvo discreto, su voz se empezó a cambiar un poco para que nadie supiera.

―¿Qué hay del chico del siguente edifico? ―Dejó lo que tenía que hacer y lo estaba mirando.

―Le gusta a tu hija, Tn...

―¿De qué estás hablando? ―lo preguntó rápidamente quejándose.

―Vamos..., por favor Riza. No hables como si no lo supieras... Quiere casarse con ella. Él es un nombre muy educado. ¿Qué no te dijo tu esposa?

―¿Pero qué te pasa? Este no es un problema tuyo. Vete Kenry.

El señor tomó otra vez sus bolsas y se alejó un poco de él. Él, dejó de barrer un poco la banqueta mientras estuvo pensando en lo que dijo Kenry respecto al chico del siguiente edificio. Riza no le gusta para nada que tenga una relación Tn con otra persona más. Quiere educarla como ellos lo hicieron, y no estar por allá metida con otros chicos.

Me incorporo mi suéter negro que tenía en mi cama ya listo y planchado. Me acerqué al espejo, y me coloqué un poco de polvo en mi cara mientras me arreglé el cabello para verme mejor.

Decidí mandarle mensaje a Mike desde la última vez que lo vi allá en el carro, y por lo que dijo Jordan, me preocupé un poco de que estaba alterado de que le informaron sobre algo.

Tomé mi celular que estaba en cama para mandarle un mensaje para que lo viera. Ayer en la noche, decidí enviarlo pero me quedé totalmente dormida por estudiar bastante.

Empecé a escribir cuando me aparece en la pantalla un nuevo mensaje de Mike. Borré al instante mi mensaje cuando mis ojos se percata en el mensaje que él envió.

Estoy aquí 4 horas esperando una noticia de mi hermano y no hay nada.

A un ladito, vi la ubicación en donde estaba Michael y decidí ir de una vez. Mis clases aún no empiezan, empizan hasta las 10 y tenía dos horas para asistir. 

Tomé mi bolso y abrí la puerta de mi cuarto para llegar a la puerta principal de mi casa para ya salir oficialmente. Mi madre no está, así que eso es una buena señal de que no me valla a preguntar hacia dónde me dirijo. 

Abrí las puertas de edificio para bajar las escaleras rápidamente y esperar un taxi para que me lleve hasta allá. Por suerte, no vi a mi padre barriendo allá afuera. Le doy la ubicación hacia donde voy, y él asiente de su parte para llevarme hasta allá.

Tiene esperando cuatro horas, es bastante tiempo para estar ahí.

Bajé del taxi y le di lo que costó para llevarme hasta aquí. No me importa cuanto sea, solo quiero a ver a Mike que estaba solo durante esas cuatro horas. Él no sabe que estoy aquí, pero lo quise sorprender para darle compañía lo que resta de esperar.

Lo vi. Está sentado en las bancas que estaban afuera de Hospital. Me acerqué un poco para sentarme a un lado. Él todavía estaba ahí sentado cuando se volteó de lado y me miró dando una sonrisa de su parte. Me acerqué junto a él mientras tomó parte de mi cabello para pasarlos por detrás de mi oreja y mirar mi rostro. 

―Ya no estás solo, estoy aquí contigo Mike ―sonreí cuando lo dije al verlo ahí sentado.

―Ya lo sé, amor. En realidad, esperar 6 horas aquí es agotador... 

―¿Estás esperando seis horas desde la noche en que te vi, Mike? 

―Sí, no pasa nada. Además, almorcé temprano esta vez. 

―Por lo menos estás bien de comida, Mike. ―Me sentí bien cuando lo dijo.

―SÍ, y es lo importante.

―Señor Jackson, en este momento puede recibir visitas ―la doctora nos informa y se va.

Dio un largo suspiro mientras me miró. Sentí que iba a decir algo y empecé hablar:

―Está bien, no te preocupes por mí. Me tengo que ir yo también a clases. 

Él dio una pequeña sonrisa.

 ―¿Quieres qué llame a alguien para que te lleve? 

―No, así estoy bien. 

Michael se puso de pie, y yo también lo hice para despedirme de él dándole un beso en la boca.

Unos minutos sonó mi celular, y Michael dejó de besar mis labios cuando alcanzó a mirar bien a la persona quien me llamaba.

―¿Mark? ―lo preguntó de un tono de curiosidad, no es porque esté celoso o lago que denotara que esté molesto, sólo lo preguntó para saber qué respondía.

―Sí, no sé por qué me llama. Veré qué quiere.

Recordé lo que teníamos entre Gonze, Mark y yo sobre el pendiente que tenía Gonze. Todo es tan difícil con ellos, que, tengo que ayudarlos de alguna forma. Gonze me había dicho que iba abortar el bebé porque no lo iba a durar nueve meses para tener ese bebé, y que también su familia no sabe nada de eso. Hay una razón para que lo tiene que hacer... Aunque el bebé es inocente de todo esto, no debe ser así, pero ella así lo quiere, y que esto, sería mejor para los dos.

Michael asintió y  empezó a caminar para entrar al Hospital, y yo rápidamente contesté la llamada que tenía de él.

 ―¿Qué pasa Mark? ―lo pregunté un poco nerviosa, no lo sé, pero siento a lo que me va a decir, va hacer algo que me va a sentir un poco mal o sentirme incomoda. 

―Gonze ya está en el Hospital... ―informó, estaba caminando de un lado a otro en los pasillos que estaban para entrar a los cuartos. 

En ese momento, se abrieron las puertas de ascensor y Michael salió de ellas para seguir el pasillo que le asignaron el cuarto donde está su pequeño hermanito. 

Mark se sorprendió y dejó de caminar cuando buscó un lugar para ocultarse para que no lo viera en los pasillos. Se ocultó en una pared blanca donde llegaba hacia en cuarto de Gonze, y se esperó un poco para que Michael se fuera totalmente de su vista. 

―Dime que estás con ella, ¿verdad? ―se lo pregunté un poco estricta.

―Sí, ya estoy aquí... ―aclaró él. 

Mark despejó el teléfono de su oreja, y empezó a mirar el otro pasillo para ver si Michael ya se había ido. Se asomó un poquito y ya no estaba. 

―No me dijiste que Michael estaba aquí en este Hospital ―su voz lo retomó un poco más fuerte y molesto.

―¿Qué? ¿A qué hora llegaste tú al Hospital? ―pregunté un poco confundida.

―Pues llevo un día aquí con ella en el Hospital. ¿Él cuándo llegó?

―Llegó ayer en la noche, casi once.

―Valla. Ya no puedo esperar tanto tiempo aquí ―se excusó enfadado.

―Oye, tienes que apoyarla... Y no te muevas de ahí. Voy a entrar al Hospital, espera.








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Las quiero y nos vemoos!

Ya pronto subiré capítulos más segudos pars ustedes! ❤❤

Y muchaa gracias por los 533 vistas de mi libroo!  Podemos llegar a más. Lo sé! 😋

¿Mike, es amor? © | Michael Jackson.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon