¿Mike, es amor? © | Michael Jackson.

Capítulo 22: Un poco serios, pero estamos bien.

Antes de que comiencen a leer este apartado, quiero agradecerles mucho mucho por votar en mi libro chicas, las amoo. Esta dedicatoria será para:

Amricajackson.

Te amoo preciosa! Muchas gracias.

***
La impresión y no quiero dejarte sola.

Sanem abrió la puerta y la cerró con cuidado, dio un pequeño suspiro.

―¿Qué haces?

―Nada, solo veo revistas ―comentó ella con su voz de cansancio, estaba sentada con su rodilla doblada y su pie derecho a un lado de la cama mirando la revista.

―¿Por qué no estudias un poco? Como sea ―dice ella cambiando de tema―. Oye, tu padre piensa que sería bueno que te enfocaras en tus estudios, tiene razón, no deberías dejar eso de lado, la educación es importante. ―Se sentó el el borde de la cama.

―Sabes que el doctor me dijo que no me estresara ―dijo ella tranquila dejando de ver la revista.

―Lo dijo. Primero, podríamos conseguirte clases privadas, y luego uno que otro curso, algunos quizas tengan pocos alumnos, no querrás que se enoje tu padre.

Giselle asintió.

―Bien, tenemos un trato. Buenas noches. ―La señora Sanem salió del cuarto.

―Buenas noches. ―Dejó de leer las revistas y las guardó.

***-

Sonreí, tenía una copa en mi mano y se me cayó cuando le di movimiento leve con mi mano y miré la dirección en donde cayó el vaso de vidrio.

―Uts ―dije yo.

―¿Estás bien Tn?

―Se cayó ―dije preocupada, me agaché y rejunté los pedazos que se encontraban ahí―. Estoy mejor que ayer. ―Agarré la mano de Michael y di un salto para no bajar las escaleras.

¡Qué flojera!

Él no sabía qué hacer.

―¡Muévete! ―Giré por todos lados y daba pequeños circulos moviéndose todo mi cuerpo.

―Mírala. ―Vio lo que estaba haciendo Tn.

―¡Ven, Ven! ―Agarré a una chica que estaba por del otro lado bailando.

Mark se paró de su asiento y bajó las escaleras mirando a Tn, se acercó a él y arrugó la frente sin dejar de mirar.

―¿Qué le pasa? ―susurró al oído de Michael, que él, estaba parado sin hacer nada.

Hande se paró enfrente de ellos.

―No creo lo que veo. Mejor sácala antes de que llegue tu padre, no la debe ver así.

―¿De qué estás hablando Hande?

―¿Qué no lo vez? Tu princesita, está muy drogada ―informó molesta levantando la voz.

―Pero si no a tomado nada ―aseguró él mirándola y tomando una evidencia.

―¡Claro! Realmente se está volando.

―¡¡Wuuuu!! ―Moví todo mi cuerpo y me tropecé, al parecer eran mis estupudos zapatos que tengo.

―Tn ―comentó Mike, se agachó para mirarme mejor pero fue tarde de que él me mirara.