Una historia basada en ese amor que uno cree imposible, en ese amor el cual te hará cambiar tu forma de ser.
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Frío.
Manipulador.
Enojado.
Pero con un corazón honesto.
Esas son las cualidades perfectas del hombre que provocó en mí, lo que pensé t...
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•11•
La lluvia cae y mi cara está completamente sudada no se que pasa veo a mi alrededo y ya siento que los nervios salen a flote, en eso una mujer y una niña se adentran, ella esta asustada, les hablo pero creo que no me escuchan, es como si no estuviera ahí, de repente golpes suenan sobre la puerta.
—Abre Ver, solo quiero hablar —dice un hombre golpeando con mucho enojo la puerta. Veo la mujer quien sostiene con fuerza a la niña, yo no se que hacer de la nada mis ojos comienzan a picar ¿qué carajos pasa? El hombre habré la puerta y se le acerca a la mujer a quien deprisa sostiene del cuello, yo me quiero mover pero no puedo, tira la mujer al suelo para después ver a la niña a la cual le da un puñetazo, mis ojos están completamente nublados —. Por tu culpa perra nuestra vida se fue a la mierda —dice a la niña. Después se detiene y voltea a donde me encuentro, no me puedo mover, me señala, por tu culpa perra, grita.
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Me levanto con los ojos llorosos ¿Pero qué fue eso? Me fijo y aún esta oscuro, me levanto de mi cama y me dirijo al baño, me quedo viendo fijamente el espejo, mis ojos quieren llorar y no se porque.
Ahora ya no entiendo nada, ni mis propios sueños, porque habré soñado eso ¿qué tiene que ver conmigo?
—¿Mi familia? —digo en voz baja.
No puede ser eso, o si, no no no eso no, ni siquiera me acuerdo de ellos para decir verdad ni siquiera me di la molestia de saber quienes eran, nunca me importó.
Tranquila Sophia mañana tendrás tiempo de analizar mejor las cosas —pienso. Me regreso a mi cama y me vuelvo a dormir.
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—¿¡Donde carajos dejé mi coleta!?
Me muevo por todos lados, tratando de encontrar la coleta que siempre me pongo para ir a trabajar, me fijo en el tiempo y ya va hacer hora de empezar ¿y ahora que hago? ni modo ire así.
Por suerte ayer me arreglé un poco el pelo y no se me mira tan mal.
Me movilizó a mi puesto para esperar a que el señor delicado salga para poder empezar mi labor, al llegar una joven se encuentra en donde yo comúnmente me pongo ¿será que ya me cambiaron? No creo.
Al verme me sonríe —. Hola señorita el joven la espera en su habitación —dice y yo solo cierro los ojos ¿y ahora que querrá?
—¿Le dijo para que?
—No, solo dijo que la esperara aquí y que le diera el comunicado.
—A bueno, gracias —digo, sonríe y se retira.
toco la puerta y solo escucho el pase del engreído de mi jefe, al dentrar lo miro recostado en su cama —. Hola joven, me comunicaron que me necesitaba —digo.
