09. Cita no planeada

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Sophia Pavanelli.

¡Voy o no voy!

¿Que hago?

Ni modo tengo que ir, tarde o temprano tendré que enfrentarlo, es que todavía no me puedo explicar como es que termine en su cuarto, me avisaron que el "Jefe" andaba de fiesta y que todo tenia que estar impecable, yo sabía que estaba todo limpio y ordenado pero por cualquier cosa termine yendo a su cuarto y ustedes saben lo demás de la historia.

Hoy como se supone es mi día libre y sinceramente no tengo idea de que haré o a donde iré pero que saldré de esta casa, saldré, pero mi jefe quiere que lo visite primero, es un fastidio ir a su habitación, sin duda, pero que tengo que ir obligada, lamentablemente, que me va a decir hasta de lo que me voy a morir, probablemente, lo único que espero es que termine rápido su regaño de mierda.

¡Es que me pone furiosa!

Solo pensar en qué tengo que ir a su habitación, me sulfura la sangre.

El porqué, no se, pero así es.

—Señorita Sophia, el señor la espera.

—Sí, gracias clarita.

Vamos Sophia que suceda lo que tenga que suceder. Me aproximo a la puerta de su habitación con la interrogante de si la joven aquella todavía se encuentra en el cuarto, bueno no creo porque entonces no me hubiera llamando ¡verdad! Bueno eso espero.

Toco la puerta a modo de esperar su llamado y en menos de un segundo escucho como dice que me adentre a su cuarto, abro la puerta y en lo primero que me fijo es en que todo está completamente ordenado ¡como! No se porque cuando él está dentro no le gusta que nadie se acerque a la habitación.

—Hola señor ¿que desea? —digo ansiosa.

—Al parecer usted no entiende, verdad.

—Se lo puedo explicar señor yo solo... —no es por eso que se lo digo señorita Sophia —dice, dejándome con las palabras atoradas.

—Si no es eso, entonces a que se refiere señor.

—De eso señorita.

Quedo en la nube, no se a que se refiere —. Disculpe señor pero no comprendo.

—De decirme señor, señorita Sophia.

Me cae el veinte, todo este tiempo lo he tratado de señor y a él no le gusta, hoy si me la gano.

—Disculpe joven se me olvido.

—Bueno eso ya no importa solo espero no se le olvide más. Ahora si, por lo que la llamé, por su buena labor le diré a uno de mis conductores que la lleve a dar un paseo por la ciudad para que se familiarice más y no esté como perdida.

—¡Oh! muchas gracias joven.

—No hay de qué, tú trabajo lo has elaborado con mucha efectividad, el chófer la va a estar esperando a las 9:00 a.m. en la entrada de servicio.

El Hijo del Jeque ✔ Where stories live. Discover now