— Creí que los Ángeles eran los buenos—  Digo

—¿Los buenos? —Ríe burlón. —Son los más peligrosos, asesinan a los nephilines y también humanos, al igual que los demonios— Me cuenta.   —No son los buenos o los malos, son los de arriba peleando con los de abajo por el poder y las almas. Nosotros estamos en medio y debemos sobrevivir— Agrega.

—¡Claro! ¡Teníamos que estar en medio de una guerra de criaturas sobrenaturales! ¡Todo muy normal!
Siendo cazados por seres de Luz—

—Los guerreros cazan. Los de luz solo acompañan. Además tú también eres una criatura sobrenatural Cass! — Me sonríe

—¿Qué es un ángel de luz? — Necesitaba información.

— Los Ángeles de luz son los que llaman guardianes. Se supone que no pueden interferir con las decisiones humanas pero... son esa sensación que tienes cuando vas a hacer algo peligroso, eso que te dice dentro tuyo no lo hagas. —Me mira a los ojos
—Los demonios son los que gritan ¡Salta! ¡Hazlo!— me sonríe.
—¿Los has oido?—Preguntó.

—Creo que no, estoy asustada de saber que esas criaturas están por doquier, y ¿Cómo es que sabes tanto?— Preguntó. 

—Mi madre me enseñó todo para que día que ella no estuviera pidiera defenderme. —Me mira a los ojos. Nuestros brazos se tocaban y me sentía nerviosa por aquello.

—¿Tú mamá sabia lo que eras?— Pregunté.

—Supo que era diferente cuando a los once la fuerza sobrenatural apareció, de allí comencé a cambiar. — Me cuenta.

—Si soy lo que tu dices ¿Porqué no tengo super fuerza, o belleza sobre humana? No lo se... algo especial.

—¿Qué no tienes belleza sobre humana? ¿Cassiell Biell acaso te has visto alguna vez a un espejo? ¡Eres jodidamente hermosa! — Él niega sonriente
—Por criaturas como tú es que los Ángeles vienen a la tierra— Agrega.

—Eres un coqueto Tristán Black —Le digo haciéndolo reír.

Entonces, ¿Mis padres eran Ángeles?— Pregunté cambiando de tema.

—Solo tu padre, los nefilims somos hijos de madres humanas — Me cuenta.

—¿Porqué no tengo alas como tu?— interrogó.

—¡Pareces de cinco años preguntando todo!— Ríe de mi, pero al ver que estoy con cara agria aclara su garganta.
—Supongo que no las has necesitado como para que se revelaran, o aún no has llegado a la "pubertad Ángelical" o simplemente no tienes. No es igual en todos los casos— Se encoje de hombros.

Estoy intentado entender todo, aun no creía que yo podría ser una semi ángel pero no me pondría a discutir con él.

—Salvaste mi vida Tristán. Si no hubieras llegado, esa cosa me habría asesinado — Reflexiono volviendo a recordar ese momento
—Gracias — Repito.

—Solo recuérdalo cuando estés enojada conmigo. Cuando no quieras verme y sientas que soy un asco de persona recuérda este momento, y perdona todas las cosas que he hecho mal— Dice mirándome a los ojos, Trato de entenderlo.
—Cuando estemos en la cama peleando por quien tiene más manta piensa; "¿Encerio dejaré morir de frio al chico que salvó mi vida?" Y entonces me abrazarás y dormirás entre mis brazos — Dice divertido haciéndome reir.

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