20. 𝗖𝗔𝗦𝗧𝗜𝗚𝗔𝗗𝗢𝗦

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Sara frunció su ceño.

—¿Veinte? Pero si solo recorrí los pasillos una vez —se quejó la Ravenclaw.

La mirada severa de la profesora McGonagall paró sobre la rubia, intimidandola.

—Mentir a un profesor es también un delito, señorita McGregor —dijo McGonagall—. Sí, me dí cuenta —dijo entredientes mientras Sara miraba al suelo.

—¿Cincuenta? —resopló Harry, y Lucy le dió un pisotón para que se callara, pero la profesora los miró a los tres Gryffindors. Iban a perder el primer puesto, lo que había ganado en el último partido de Quidditch.

—Cincuenta puntos cada uno —dijo la profesora McGonagall, resoplando a través de su nariz puntiaguda.

—¡¿Qué?! —exclamó Lucy, esta vez siendo pisoteada ella por Harry.

—Profesora... por favor... —Neville parecía a punto de llorar.

—Usted, usted no... —Harry volvió a ser callado por otro pisotón de Lucy.

—No me digas lo que puedo o no puedo hacer; Harry Potter. Ahora, vuelvan a sus camas, todos. Nunca me he sentido tan avergonzada de alumnos de Gryffindor.

Ciento cincuenta puntos perdidos para Gryffindor. Mientras que Ravenclaw, prácticamente, seguía casi a la par que Hufflepuff. Eso situaba a Gryffindor en el último lugar, al menos, ahora Ravenclaw no era el último, Sara pudo encontrar un lado bueno. En una noche, habían acabado con cualquier posibilidad de que Gryffindor ganara la copa de la casa. Harry sentía como si le retorcieran el estómago. ¿Cómo podrían arreglarlo?

Lucy sentía una gran impotencia, no podía creerlo. Por intentar ayudar a Hagrid, terminaron perdiendo ellos. Pero el lado bueno era que Hagrid ya podría volver a su trabajo de guardabosques sin ningún problema. Y Norberto estaría junto a Charlie en Rumania.

               AL PRINCIPIO, los Gryffindors que pasaban por el gigantesco reloj de arena, que informaba de la puntuación de la casa, pensaron que había un error

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               AL PRINCIPIO, los Gryffindors que pasaban por el gigantesco reloj de arena, que informaba de la puntuación de la casa, pensaron que había un error. ¿Cómo iban a tener; súbitamente, ciento cincuenta puntos menos que el día anterior? Y luego, se propagó la historia. Harry Potter; el famoso Harry Potter, el héroe de dos partidos de Quidditch, les había hecho perder todos esos puntos, él y otros dos estúpidos de primer año.

De ser una de las personas más populares y admiradas del colegio, Harry súbitamente era el más detestado. Hasta los de Ravenclaw y Hufflepuff le giraban la cara, porque todos habían deseado ver a Slytherin perdiendo la copa.

Lucy, por su parte, trataba de ignorar a todos, pero se hacia más difícil cuando en clase de Transformaciones sus compañeros de Hufflepuff y Gryffindor se alejaban de ella.

Sólo Sara, Ron y Hermione la apoyaban.

—Mira el lado bueno, ahora eres una celebridad como Harry —trató de bromear Ron, pero en respuesta se llevó un culminación por parte de la pelirroja.

✓ DRAGONS, harry potter [#1]Where stories live. Discover now