Capítulo 60: El orbe de Nahaira

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Sabía que él no iba a leer la primera carta, por lo que decidí hacerle una carta por cada persona a la que ya había escrito, para que ellos se la entregaran también. Mientras escribía la primera carta comenzaron a caer por mi cara diversas lágrimas. El pecho me comenzó a doler y la tristeza me comenzó a consumir pensando en todo lo que íbamos a pasar, recordando también la premonición... No quería perderle, sobre todas las cosas, no podía perderle...

Terminé de escribir todo y las etiqueté cada una con el respectivo nombre de su destinatario.

Al salir de la biblioteca me dispuse a caminar hacia las habitaciones de mis compañeros, me detuve primero en la que compartían Valkyon y Ezarel. Saqué la bolsa que me había dado la Aengel, hice un pequeño corte en mi dedo índice y dejé que mi sangre bañara un poco la bolsa con los polvos para el hechizo. Me agaché y soplé el polvo para que pasara por la rendija de la parte baja de la puerta.

– ¡Summa Ash'Pheron Custor Ah'ami! recité el hechizo que los protegería a todos ellos, tanto de forma mágica como física. Visualicé un destello brillar de forma tenue bajo la rendija de la puerta, el hechizo estaba activo.

Hice el mismo proceso en cada una de las habitaciones de mis compañeros, pero cuando llegué a la de Miiko, llamé a la puerta después de realizar el hechizo. La kitsune me abrió la puerta mirándome de mala manera.

– Miiko siento despertarte...Pero es importante...

– ¿Qué ha pasado?

– Pues...No puedo contártelo, pero...– frunció el ceño – Eres en la única con la que puedo contar que sé que no me va a frenar... Tuve una especie de visión o premonición sobre lo que va a pasar y la Aengel me ha hablado...

– ¿Qué? – me miró perpleja.

– No puedo decirte nada más solo... ¿Puedes entregarle esto a cada destinatario? – le entregué todas las cartas que tenía, la primera tenía su nombre. Ella me miró sin saber que decir – Entrégalo cuando vuelvan a Eel...Te recomiendo no leerla antes, pero no voy a impedírtelo si lo haces, eso sí, no podrás detenerme...

– ¿Cuándo "vuelvan" ...? – alzó una ceja y volvió a mirar el sobre – Está bien...Lo haré... No te preocupes, si la Aengel ha hablado contigo es que sabe lo que hay que hacer.

– Gracias Miiko – me acerqué a ella y la abracé. Algo contrariada ella me devolvió el abrazo. – Hasta que nos volvamos a ver...

Me alejé de ella al ver como entraba en su habitación.

Mi última parada, la habitación que compartía con Nevra. Apoyé mi frente en la puerta suspirando y miré los últimos polvos que me quedaban. Repetí el mismo hechizo que hice con las anteriores, decidí usar una protección extra con él, sabía cómo podría actuar en más de una ocasión después de lo que tuviera que hacer. Me llevó más tiempo y energía que las demás y al acabar entré en la habitación mordiéndome los labios, con ganas de seguir llorando.

Contemplé a Nevra dormir, estaba tan relajado y tranquilo, se veía tan hermoso así... En silencio me desvestí y volví a meterme entre las sábanas, acariciando su mejilla, sin evitar llorar mientras lo miraba.

Sentí como me abrazaba con fuerza y yo escondí mi cara en su pecho, abrazándolo también con fuerzas, percibiendo su aroma, disfrutando de ese momento.

– Has tardado mucho...– murmuró medio dormido.

– Me encontré...Con Miiko – intenté que no notara como me sentía – Y hablamos...

Otro mundo [Libro 1][Eldarya][Nevra][COMPLETA]Where stories live. Discover now