Capítulo 25

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HOLAAAAA. COMO ESTAN??

Volví. Después de uno o dos años. Pero bueno estuve ocupada y tampoco queria abandonar esta historia que me encanta.

Es el momento de releer porque seguro nadie se acuerda nada. Mil gracias por esperarme y seguir confiando en mi. Son lo mejor que me pasó.

Espero que disfruten este capitulo y que sigamos adelante con esta historia y otra que tengo en mente que voy  a empezar a escribir dentro de poco.

LOS AMO.

•••

Transcurren los segundos pero no respondo ante la propuesta de Garvin. Pienso en decirle que no hace falta, el problema es que sería capaz de insistirnos hasta que aceptemos.

—Como sea, tenemos que irnos ya. —Noelle se desespera.

Quiero hablar, pero siento como las piernas me tiemblan y no puedo contener el equilibrio. Me sobresalto tratando de controlarme.

—Será mejor que llevemos a Terra a su casa, está muy ebria. —propone Garvin.

—Buena idea —Noelle tira de mi brazo y me lleva hasta donde se encuentra el coche de su primo.

Volteo y me encuentro con unos ojos picaros que me miran de arriba abajo o tal vez el estar ebria me hace alucinar cosas que no suceden.

No espero llegar a mi casa, sabía que las cosas no iban a terminar bien entre Steph y Noelle. Además mi hermano no puede verme en este estado, sería muy vergonzoso. La cabeza me da vueltas hasta que mi mente recae en un recuerdo espantoso... ¿Y si Max estaba en mi casa?

La tristeza y el miedo me invaden, solo deseo meterme debajo de mis sabanas hasta que este mareo infernal se detenga. Quiero andar pero me tambaleo. Recuerdos de Max vienen a mi cabeza. Sus repulsivas manos en mi cuerpo, su gran figura pegada a mí, su aliento a alcohol golpeando mi rostro...

Cierro los ojos y llevo mis manos a la cabeza zafando el agarre de Noelle. Ahogo un grito en mi pecho. Quiero gritar, quiero llorar.

—Terra, ¿estás bien? —pregunta Noelle. Se detiene en su lugar.

Trago con dificultad. Noelle se proyecta doble en mi campo de visión.

—No puedo mas —musito.

—El coche está a unos metros, ¿te sientes muy mareada? —interroga Garvin.

Lo miro de reojo. Debo verme como una estúpida, tan solo quiero sacarme esto que llevo dentro hace unos días. 

—No es eso.

Noelle le dedica una mirada confundida a su primo.

— ¿Qué sucede?

Dolida y afectada por los recuerdos tomo una bocanada de aire y comienzo a hablar:

—Él intentó abusar de mí. Me golpeó en el labio —digo temblando—, y ya no puedo ocultarlo.

Noelle se pone frente a mí y se queda petrificada.

— ¿Quién? —pregunta.

—Max.

No me molesto en voltear para observar a Garvin, cada movimiento es un mareo mas para mi cabeza que no quiero soportar.

Algo dentro de mí se alivia en ese momento que pronuncio su nombre. Como si perdiera un enorme peso.

—Siento que hayas tenido que pasar por eso —Noelle me abraza con sus brazos reconfortantes — ¿por qué no me lo has dicho antes?

GarvinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora