Garvin

Capítulo 7

Hola, ¿Cómo están?

Tardé en publicar porque cada vez que me sentaba a escribir el capítulo llegaban esas visitas inesperadas que te obligan a vestirte y me interrumpían. Así que acá estoy con un capítulo nuevo!

Puede que tarde en publicar porque estoy en un estado de depresión porque Ariana Grande todavía no dio fechas para venir a Argentina y yo me muero si no viene, tengo que ir a verla si o si. 

En multimedia estan Charlie y Derek (disculpen por mi obsesión con TVD es que no puedo no amar esa serie)

Otra cosa, quiero saber quienes leen mi novela porque mi capitulo anterior tiene 1.84k lecturas pero 332 votos, ESA GENTE CON ESPIRITU DE FANTASMA PUEDE POR FAVOR APARECER? Solo pido un comentario que me diga que leen la novela, aunque sea el emoji de la caca yo me conformo igual.

Capítulo dedicado a: @vale_156 

  • •• 

Me seco las lágrimas luego de haber estado sollozando por unos minutos. Ambos estamos en el sofá sin pronunciar ninguna palabra hasta que nuestros ojos se chocan. Garvin muerde su labio inferior en un intento de comprender que me sucede pero no respondo aunque nada deseo mas que romper el incómodo silencio. Por el rostro de Garvin deduzco que muere de curiosidad y entonces hablo:

—Lo siento.

—¿Te disculpas por llorar? —pregunta con voz agradable.

—Me disculpo por la escena de recién.

Garvin suspira.

—¿Quieres hablar de eso?

—En realidad, no —contesto.

Espera por unos segundos, pero no vuelve a hablar. Posteriormente de unos segundos de silencio me pongo de pie y comienzo a limpiar el desastre que provocaron los cristales esparcidos en el suelo. Tomo la fotografía y la guardo dentro de los cajones de un mueble que ocupa lugar en la parte izquierda de la sala. Me vuelvo y veo a Garvin observar cada uno de mis movimientos de brazos cruzados. Transcurren unos segundos antes de que pueda apartar mis ojos de él.

—¿Puedo preguntarte algo? —dice de repente.

Que no me pregunte sobre mis padres, por favor.

Asiento con la cabeza.

—¿Por qué me tienes miedo? —dice y su voz suena mas decepcionada de lo que creí.

—No te tengo miedo —suelto.

Su mirada me indica que sabe que miento. Pero la realidad es que no lo hago. Sólo me asusta el Garvin que espero que no exista.

Entonces da unos pasos vacilantes hacia mi y una oleada de calor recorre mi cuerpo hasta llegar a mis pies. Sigue de largo y se dirige hasta la mesa donde se dedica a guardar sus pertenencias. Me doy la vuelta.

—¿Tienes alguna duda mas sobre lo que hemos estudiado?

—No —no me mira en ningún momento mientras camina hacia la entrada sin necesitar que lo guiara—. Gracias por la clase —pone un pie fuera.

—De nada —reposo una mano en el marco de la puerta en el momento que lo observo caminar hacia su coche.

De repente el sonido del motor llena el silencio de la calle y veo el vehículo desaparecer en la oscuridad.

Esa noche trato de concentrarme y no pensar en Garvin, pero resulta difícil.

(...)

Abro los ojos por la mañana y me levanto de la cama de un salto. Me apresuro mientras me doy una ducha y maldigo por quedarme dormida nuevamente.