Estás despedida! [Skip Beat]

Capítulo 33 - La gran noticia

—Ren... ¡¿cómo diablos se te ocurre hacer eso?! —. Ambos estaban fuera de la cadena de televisión, ocultos bajo un montón de cajas

—Tenía que hacerlo...— Ren desviaba su mirada a las cajas, como un niño siendo retado por su mamá

—¿Ahora qué voy a hacer...? De seguro Shotaro vio la entrevista, ¡si no la vio es lo de menos! Lo va a ver en la sección de chismes ¡BUAH! — la chica estaba desesperada, trataba de tocarse a sien, pensando que alguna idea ingeniosa se le ocurriría

—No te preocupes, yo estoy aquí...— suspiró el chico, algo ofendido de que su novia apenas lo considerara

—Ren... no sé que hacer... se suponía que tenía que ser una actriz y yo— se detuvo y lo acompañó en su suspiro

—No serás su esclava para siempre, si quieres yo le rompo la nariz— con una mirada seria y sonriendo le mostraba sus puños

—¡Ren!

—Ya, ya, solo bromeaba, un poco...

—¡Tendré que irme a Kyoto a atender un maldito Ryokan! ¡No quiero! — unas pequeñas lágrimas salieron de ella, trataba de contenerse, pero eso la superaba. Ella siempre cumplía sus promesas, aunque fueran realmente estúpidas

—Yo me iré contigo a Kyoto

—¿Eh? — Kyoko se secaba las lágrimas —¿Qué dices?

—Es lo normal, donde tú vayas yo estaré ahí también— sonrió dulce, acercándose de manera suave hacia ella, apartó su pelo un tanto mojado por sus lágrimas y le besó la frente

—No quiero arruinar tu vida— dijo destrozada

—Eso no va a pasar— siguió riéndose algo burlón

—¡Oye! Esto es serio— refunfuñó

—Me parece algo divertido, imagínate, los dos juntos en un Ryokan, trabajando todos los días. Tú serias la dueña y yo el que limpia las aguas ¿Qué te parece?

—Ren...— Kyoko suspiró aliviada —Gracias...

Ambos se abrazaron largo y extendido, ella pudo sentir como su carga y el dolor que sentía en el pecho desaparecían de a poco. La despreocupación que le demostraba su novio la reconfortaba, pero lo que no sabía era que en realidad él tan sólo quería cumplir su amenaza, romperle por completo la nariz por hacerla llorar. Se estaba conteniendo de ir a darle una reverenda paliza por manipularla de esa forma.

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Al cabo de unos días Kyoko y Ren estaban en el aeropuerto de Los Ángeles rumbo a Japón, Fuwa Sho los miraba de cerca con los brazos cruzados, frunciendo el ceño, su mirada posaba sobre sus manos entrelazadas.

—Así que...— el chico rubio ladeaba su cabeza — ¿Te vas a Kyoto con tu noviecito...?

—Sí ¿Qué no lo ves? — se burlaba Kyoko, se sentía bastante altanera y de mal humor, además al tener a Ren de su lado le daba una enorme protección frente al diablo que tenía en frente

—¿Y tú? ¿Qué pretendes al ir con ella? —Sho se dirigía a Ren con una voz menos autoritaria

—Quiero estar cerca de Kyoko, no me importa donde tus estúpidas promesas la lleven— mostró una sonrisa brillante, Kyoko y Sho sintieron un gran escalofrío

"Que bueno que lo tengo de mi parte..." pensó Kyoko

—Bueno, me da bastante igual. Promesas son promesas. Mi mamá los va a recibir, pero no sabe que lo pasa...— de alguna forma Sho se había relajado — quiere hablar mucho contigo, siempre me pregunta por ti