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Capítulo 24 - Capricho

Después de unas horas de vuelo Kyoko había llegado a la ciudad de los ángeles. Estaba en el aeropuerto esperando que la vinieran a buscar. No pudo evitar sentirse extraña entre tanta multitud, pero su corazón latía con impaciencia.

Mientras esperaba en la acera, un auto se estacionó frente a ella, vio cómo del auto un señor de aspecto sombrío bajaba. Sus ojos eran verdes casi grises y su pelo era marrón y algo desordenado, estaba en sus treintas casi llegando a cuarenta. Usaba unas gafas y una pequeña bufanda.

(* Todos los diálogos estarán en inglés)

– ¿Kyoko? ¿No es así?

– ¡Sr. Morgan! Sí, soy Mogami Kyoko – la chica algo nerviosa se inclinaba ante su nuevo mánager

– Un gusto conocerte

Cuando Kyoko se repuso fue saludada con un beso. Se había olvidado por completo que era educación saludarse en la mejilla, pero aún así no pudo evitar sonrojarse.

– Ah, lo siento... ¿No estás acostumbrada a estar en el extranjero?

– ¡N-no se preocupe! ¡Tengo que acostumbrarme! De todas formas, me quedaré bastante tiempo aquí

– Esa es la actitud

Ambos se subieron al auto y emprendieron un recorrido hacia un café para poder hablar de los detalles de su trabajo.

– Verás, es muy costoso vivir aquí, como aún no tienes el contrato con la productora la empresa Akatoki te asignó un departamento compartido

– ¿Enserio? ¡No tenía idea!

– Fue a última hora, pero no te preocupes, estarás con una chica de la misma empresa

– Ah... ya veo – Kyoko suspiró del alivio, pensaba que iba a estar con un chico

– He estado revisando los papeles que has hecho, no me impresiona que te hayan llamado para audicionar – eso hizo que la chica se sintiera algo feliz ante ese comentario – además tienes una ventaja

– ¿Cuál sr. Morgan?

– Eres de exportación, tu aire ya de por sí es diferente y le dará un plus a tu papel. Tienes que considerar que el impacto que hagas demuestre que naciste y te criaste en Japón, por otro lado, Huan, la otra chica, se crio en Estados Unidos, tan sólo sus padres son asiáticos y no posee las singularidades de su entorno.

– Nunca pensé en eso...

– Pero no te descuides, sigue siendo una actriz y puede cubrir esas falencias con dotes actorales

– No lo haré, muchas gracias por sus consejos

Siguieron charlando sobre algunos papeles y demás. Kyoko por su parte estaba agotada, pero a la vez aliviada de que su mánager mostrara tal confianza en su trabajo, se notaba que conocía del tema y se mostraba entusiasmado en apoyarla.

Cuando llegó a su nuevo departamento se impresionó de lo grande que era, estaba en una zona residencial y el edificio estaba casi a la periferia, tenía las llaves de la habitación, pero aún así optó por tocar.

Al no recibir respuesta después de un rato decidió entrar con su llave, estaba todo oscuro, entonces al momento de prender la luz una chica salía de un sillón con una corneta.

– ¡Sorpresa! – gritaba una chica con pelo negro y liso, algo alborotado, usaba sus gruesos lentes

– ¡directora Rui! – Kyoko no entendía como su compañera era alguien a quien conocía muy bien