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Capítulo 21 - Oscuridad

La alarma del reloj hizo que se despertara a la hora de costumbre, sus ojos estaban horriblemente hinchados así que hizo lo que pudo con maquillaje para ocultar sus enormes ojeras.

Al darse cuenta su celular sólo tenía mensajes de Nana, avisándole que la iba a buscar como de costumbre. Y de repente se acordó que a menudo tenía mensajes de Ren, ese pensamiento hizo que se deprimiera más. Antes de irse buscó dentro sus pertenencias su salvador.

– ¡Corn!

La chica tomó su preciada piedra y la puse en pucho cerrando fuertemente sus ojos.

– Por favor... disipa esta...

"Tristeza"

– ¡AAH!

Gritó de la nada, y guardó la piedra en su lugar especial.

Aún se sentía triste, lo bueno del día es que eran sólo papeleos y un pequeño cameo en una serie.

Al terminar su jornada laboral y de literalmente arrastrarse para hacer cada cosa la había dejado agotada.

Kyoko sin darse cuenta al llegar a su casa se estaba alistando para ir al hospital, cuando reparó en ello.

"No tengo por qué ir si no me recuerda..."

...

"Pero... él me dijo que fuera, que se lo prometiera..."

...

Al final ya estaba fuera de la calle, era como si sus pies por sí mismos tuvieran voluntad propia.

– ¡Ya sé! ¡Iré a ver a Moko-chan!

Al llegar de sorpresa a su casa le habían dicho que todavía no llegaba, eran cerca de las 6 así que era razonable.

– Ah... bueno... ¿puedo esperarla hasta que llegue? Aunque vine sin avisar...

– No es ningún problema – la hermana de Kanae la invitaba un té, mientras que de a poco la casa se llenaba de los hermanitos de su amiga. – Siéntete como en casa

Estaba muy ruidoso, además la casa cada instante estaba más sucio, así que son darse cuenta estaba ayudando a lavar los platos y preparando la cena.

– ¡One-chan! ¿Cuándo va a estar listo? – Un chiquillo hambriento tomaba la falda de Kyoko, el olor era exquisito así que estaban todos expectantes al final

– En unos cinco minutos, necesito que todos ayuden a colocar la mesa ¿vale?

– ¡Sii! – dijeron todos al unísono y ayudaron todos a colocar la mesa, aunque no había armonía ni orden estaba todo correctamente dispuesto.

Se sentaron animosos y cuando el plato principal fue servido el cual consistía en curry con arroz acompañado de ensalada de lechuga, todos en la mesa devoraban el plato alagando a la chef en cuestión.

Por dentro Kyoko se paraba a cada momento de la mesa reponiendo las cosas que de a poco iban desapareciendo. Entre esos vaivenes su mente se pudo dispersar. Ver a los niños y a los jóvenes conversar y riéndose, ensuciando el lugar, además de una que otra travesura la hacían sentirse muy cálida. Todo la distraía y las risas ahogaban de a poco su pena.

Hace bastante tiempo que no tenía una cena tan ruidosa como esa, así que apenas se dio cuenta de había llegado su amiga que la miraba desde atrás.

– Oh, Kyoko, vaya sorpresa – la morena la saludaba muy sorprendida

– Hola, quise venir a verte...