PROHIBIDO [z.m]

Extra 03: El segundo beso

Extra 03: El segundo beso.

Zayn.

Lunes 10 de Febrero.

Es raro no encontrar a Rossi ni a Harry en sus asientos. Ellos siempre vienen antes que yo, puedo jurar con mi vida que ellos siempre son puntuales cuando de clases se trata. Camino hacia mi lugar y me siento, saludo a Andrew que se encuentra en los asientos de atrás. Saco mi celular, faltan cinco minutos para que inicien las clases. Decido marcar el número de Rossi, pero no hay respuesta, me manda directo a buzón. Vuelvo a intentarlo y es lo mismo. Ahora intento llamar a Harry y es un caso perdido.

—Buenos días, jóvenes.

—Buenos días, profesor Peterson —decimos todos en voz alta.

No guardo mi celular, lo mantengo en mi mano pero trato la manera de que el profesor no lo noté. La clase es un poco aburrida, bueno, todas las clases de literatura lo son, pero son más aburridas sin compañía de amigos.

Cuando tocan la puerta y Peterson se pone de pie, aprovecho para encender la pantalla de mi celular, enviándole un rápido mensaje a Niall para preguntarle si sabe del paradero de Harry y Rossi.

Su respuesta es rápida y directa.

Niall: Ni idea.

Zayn: Gracias Niall.

Niall: De seguro se fugaron 😂

Zayn: No es divertido 🙄 adiós Niall. Peterson seguirá aburriéndome.

Niall: Suerte hermano.

La clase transcurre de lo más tranquilo y yo sigo aburriéndome. Cuando ya son las 8:25, Peterson se despide de nosotros, no sin antes pedirnos nuestros trabajos, y aprovecho para marcarle de nuevo a Rossi. Por suerte está vez si contesta.

— ¿Qué pasa? —escucho un gran bostezo de su parte.

¿En serio se ha quedado dormida? No puedo creerlo, es raro viniendo de ella y me molesto, y no entiendo el por qué.

—Que pasa contigo, ¿por qué no me contestas el puto teléfono? —pregunto con algo de molestia, demasiada—te he estado llamando como diez veces.

Exagerado, lo sé, pero me ha preocupado que no haya contestado.

— ¿Qué quieres? ¿Por qué me llamas tan temprano?

No. Puede. Ser.

—Que temprano ni que nada, son las 8:30 a.m. —hablo fuerte y un chico a mi lado brinca en su asiento— y tienes que apresurarte a venir por el trabajo que hay que entregarle a Peterson.

—Ya voy para allá.

—Apresúrate, pero ten cuidado —digo y ya no hay respuesta de su parte.

En ese mismo instante el profesor Harrison entra a la clase y me preparo para lo que sea que nos vaya a enseñar el día de hoy. Y pido porque está vez le entienda, no soy tan malo para las matemáticas, pero siempre necesito de una segunda explicación para entenderlo del todo. Rossi y Harry siempre me ayudan pero hoy no están.

Siento movimiento a mi lado derecho y veo que se trata de Bethanny. Ella me sonríe y yo le devuelvo el gesto.

—Hoy te haré compañía.

—Por mi ésta bien, como ves, mis amigos no vinieron.

—Y de paso tú me explicas sino entiendo.