PROHIBIDO [z.m]

Capítulo Treinta y Nueve: ¿Eso es un sí?

Capítulo Treinta y Nueve: ¿Eso es un sí?

Lunes 24 de Febrero.

Sólo hazlo, ¡maldita sea! Grita una voz en mi cabeza.

Todos mis compañeros de clase están absortos en sus pláticas, Harry no ha venido, ¿por qué? Porque es un maldito haragán y se confía que nuestro primer período es con Adam y ya saben, Zayn está absorto en su cuaderno, ¿haciendo qué? No lo sé. Y yo, yo estoy que me comen los nervios porque quiero decirle algo a Zayn pero una parte de mí no quiere, mientras que la otra me pide a gritos que le hable y le diga que si quiero darle una oportunidad.

“Tomate tu tiempo” fue lo que me dijo Zayn cuando me dejo en mi casa y luego agrego un: “Pero que no sea demasiado, hoy en la noche no voy a poder pegar el ojo y mucho menos el fin de semana.”

Sonrío ante el recuerdo, sonaba tranquilo al principio y luego muy desesperado.

Y pues estuve pensando demasiado, que hasta se me dificulto el dormir. Mis pensamientos luego iban hacia lo que él me dijo: “Quiero una oportunidad contigo”, “...una oportunidad contigo”, “...oportunidad contigo”, “...CONTIGO”.

Y de nuevo mis pensamientos están en esa frase, en esas simples cuatro palabras. «Lo tengo que hacer, le tengo que decir». No por nada hable con mi mamá ayer, ella me hizo ver que todos merecemos una oportunidad en la vida, pero sólo una, me dijo ella. Entonces me sentí estúpida justo en ese momento, yo le di como dos oportunidades a Corbin y miren como terminó todo. Ahora me digo —me prometo— a mí misma que si las cosas con Zayn no funcionan, no lo forzare. Las cosas a veces simplemente pasan y uno lo debe aceptar, no hay que forzarlo.

Suspiro y me relajo y a duras penas encuentro mi voz para hablar.

- ¿Zayn?

Él no levanta la vista, ni me responde. Entonces pienso que no le hablé muy fuerte o solo fueron imaginaciones mías que lo llamé. Lo intento de nuevo.

- ¿Zayn? -esta vez mi voz suena fuerte y determinada.

Él levanta la vista de su cuaderno y me regala toda su atención.

- ¿Qué pasa? -suena tranquilo, todo lo contrario a como yo me estoy sintiendo en este momento.

-Quiero hablar contigo.

-Entonces hazlo -me insta y observo como hace ruido con su lapicero en el escritorio.

-Con respecto a lo del viernes -empiezo y el ritmo del piqueteo de su lapicero aumenta- en nuestra cita -el ritmo del lapicero contra la madera aumenta más- y lo que tú me dijiste... ¡ZAYN! -grito.

- ¿Qué? -pregunta él sin dejar de hacer ruido con su lapicero.

-Deja de hacer ruido con tu puto lapicero, me pones nerviosa. Y se me hace difícil hablar contigo con ese ruido.

-Lo siento -dice él guardando su lapicero en su cuaderno- estoy algo nervioso por lo que me dirás -suena sincero.

-Si tú estás algo nervioso, ¿imagina cómo estoy yo?

- ¿Más nerviosa por expresar tus pensamientos hacia mí, ya sean buenos o malos, justo en este momento?

-Es una buena manera de resumirlo.

-Habla entonces.

-Lo que dijiste el...

-No quiero la versión larga, sin ofender, estoy ansioso de saber cuál fue tu decisión, así que ve al grano. Y dime si es un sí o es un no. Prometo no enojarme sea cual sea tu respuesta, pero si dices que si no tengo ningún motivo para enojarme -dice con una sonrisa coqueta.