Cpt. 40- Lágrimas.

1.1K 106 25
                                    

(escuchen la canción de ahí arriba)

Narra Karol

¿Una foto en ropa interior?

A ver, había revisado hasta el primero mensaje, y sí, al principio Rugge no le respondía, pero cuando ella parecía más “insistente” él la había mando a volar, o sea, a la mierda.

Me sentí demasiado tonta cuando agarre la laptop, pero cuando sono… ¡Agg! Me gano la curiosidad, y bueno… la agarre.

—Es reciente, hace tres minutos, justo cuando yo entre.

Lo ví levantar las cejas y hacer una mueca antes de levantarse y cruzar los brazos.

—Estabas revisando —sonrio.

—Ah… sí, lo siento.

—Era parte del plan, así que no deberías.

—¿Parte de…? ¿De qué plan hablas?

—Eres muy curiosa, Huracancito. Créeme sabía que ibas a ver la laptop abierta y no querrías perder la oportunidad de ver algo.

Sentí mi rostro caliente cuando termino de decir aquello, era ciertoooooo.

—Yo… ok —hice un puchero.

—Te quiero —se agachó a besarme la frente.

Y yo… literalmente, sentía mi corazón palpitar más rápido y sentía que mis manos sudaban, ¡es que lo quiero mucho! ¡y él a mí también!

—Si te creía, lo siento por decirte que no.

—No importa, tal vez yo tampoco lo hubiera creído, pero es cierto.

—Pues no debes quedarte viéndome, tienes que dormir.

—Nah —suspiro y se volvió a sentar a mi lado.

—Yo también te quiero —susurre besándole la mejilla.

—Lo se.

(****)

—¿Ustedes sabian que mi novia no es su empleada, cierto? —pregunto Rugge en medio de la comida.

Lo mire y fruncí el ceño, él no volteo a mirarme y siguió mirando a las hermanas.

—¿Qué? —preguntaron ambas.

Mire al resto de la familia, todos estaban en silencio, estaban apretando los labios, como si no quisieran reír ¿¡Qué les hace gracia!?

—No quiero que le vuelvan a pedir nada, ella no es su sirvienta.

—No me pidieron nada, yo…

—Tú cállate —me miro—, tú no tenías ni porque esforzar un dedo por estas dos.

—No esforce nada, es fácil cor…

—Pues que lo hagan ellas si es fácil, y no las defiendas, por su culpa te enfermaste.

—No enferme, vomité.

—Es igual, no debieron darte nada de alcohol, creí haber hablado claro.

—¿Que hicieron, Daría? —le pregunto su novio.

—Nosotras no hicimos nada, Ruggero, —hablo Delia— fue ella quien nos pidió que le invitemos un poco —¿¡Qué!?—, nosotras nos quisimos negar, pero fue muy insistente y como es muy bonita no nos pudimos negar.

Todos voltearon a mirarme a mí, ahora ¡yo no hice eso! ¡no le pedí nada a ellas!

—Ella no pudo ser capaz de eso, ella hace caso a todo lo que digo.

Mi Huracán De Felicidad [Terminada ✔] Where stories live. Discover now