Mi Huracán De Felicidad [Terminada ✔]

Cpt. 39- Donas.

(recomendación: escuchar la canción de ahí arriba ;)))

Narra Ruggero

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda ¡mil millones de veces mierda!

-¿Esto era lo que ocultabas? -no me miro.

Suspiré y trate de agarrar su mano pero ella la apartó y abrió la laptop.

-La clave -murmuro.

-Huracancito, déjame... -volvi a tratar de agarrar su mano- ¡Joder! ¡No te apartes! -grite.

-¿Dejarte, qué?

-Dejame explicarte, joder, por favor.

Mierda, debí borrar todo eso antes, pero ¡joder! Pasó todo el tiempo con ella y me hubiera visto si eliminaba algo.

-¿Ahora? ¡Ruggero, tuviste todo el tiempo del mundo, porque estoy segura que eso no fue solamente de hoy! -grito y se limpió las lágrimas que estaba en su mentón y mejillas-. Mentias en lo que dijiste.

-¿Sobre qué?

-¡Que me querías! ¡Era una maldita mentira!

-No te mentí en eso -negue con la cabeza- ¡Eres la única persona a la que quiero! ¡te lo juro!

-Estas mintiendo ¡si me quisieras me hubieras dicho que hablabas con ella! Se supone que tenemos una relación -sollozo-, ¡yo te di toda la confianza cuando me hiciste la escena del mensaje de mi primo! Y tú no pudi...

-Huracancito...

-¡No me interrumpas! ¡Tú no pudiste darme un sola pizca de tu confianza, en ningún momento!

-Si me dejarás explicarte lo entenderías.

-Si jamás lo hubieras visto, jamás me lo hubiera contado ¿cierto?

Suspiré pasando mis manos por mi cabello, tire de este y luego la mire para negar con la cabeza.

No tenía ningún sentido mentirle respecto a eso, además, ella sabía la respuesta.

-No lo hubiera hecho -volvi a suspirar- Pero... escu...

-No voy a escucharte nada, ¿sabes? En el fondo sabía esto, pero me negaba a seguir creyendolo cuando me dijiste que me querías, pero resultó ser cierto, aún no la has olvidado -sollozo.

Negue con la cabeza.

-Eso no es cierto -cuando di un paso, ella retrocedió otro-, ella jamás formo parte de mi vida, no en la misma manera que tú.

Observe como se limpió la nariz y las lágrimas, se sentó en la cama y se cubrió la cara con sus manos.

Suspiré.

Yo tengo la culpa de que este pasando esto ¡justamente hoy!

¡Pero maldita sea! Mi idea de joder a esas Barbies preparandoles café no había resultado tan bien como creí en el momento que lo escupieron, tampoco imaginé que gritarian a mi Huracancito de la forma de que lo hicieron.

Si hubiera sabido o hubiera tenido al menos la mínima idea de que esto terminaría como estamos ahora no hubiera tomado el café de esas malditas hermanas y tampoco hubiera preparado otros.

-Huracancito... -me arrodille agarrando su manos, trato de sacarlas pero las apreté más fuerte-, tienes que escucharme.

-¿Por qué ahora? Ruggero, tenías mucho tiempo, pasamos todo el tiempo juntos, no te costaba decirme que estaban hablando.