Mi Huracán De Felicidad [Terminada ✔]

Cpt. 18- ¿Un Beso?

Narra Karol

¿En serio él...? ¿tiene miedo? ¿De qué?

—¿De qué?

—De todo.

—Si no me lo dices yo...

—De ti —me miro.

Mire a mi atrás, ¡pero si, me está hablando a mí!

—¿Yo? ¡Yo no te hice nada!

—¡Si lo hiciste! —gruñe. Ya me estoy acostumbrando a que gruña.

En un pestañeo ya estaba frente a mi. No me alejé, no hice nada, sólo mirarlo.

—¿Cuándo? —chille.

—Desde que llegaste. ¿Por que tuviste que aparecer en mi vida?

—No fue mi culpa —me defendí.

—Lo cambiaste todo con tus locuras, tus sonrisas. TODO.

—Lo siento.

—No me gusta depender de ti, Karol. No quiero hacerlo —mire sus manos, estaban hechos puños con los nudillos blancos.

—No te entiendo. Yo... No tienes que depender de mi.

—Pero ya lo hago. Y a eso le tengo miedo. Temo a depender completamente de ti y luego tú me abandones.

Asentí y bajé la cabeza cuando sentí dos lágrimas salir de mis ojos, lo volví a mirar y alce mi mano derecha y toque su mejilla. Cuando sintió el contacto de mi mano se tenso, pero segundos después término apoyando su mejilla a mi mano.

—Yo nunca, nunca, te abandonaría.

—No te creo.

—¿Por qué no? —aparte mi mano.

Es muy loco tener esta conversación, aunque es necesaria.

—Todos los chicos que ves te parecen cachondos, ¿qué me garantiza a mí que no me dejarás por otro?

¿Ya dije qué esto es ilógico? A mi parecer, cuando éramos amigos, nunca he dado un motivo para que piense que en algún momento lo abandonaría.

—Por el simple hecho que nunca me enamoré y ahora estoy enamorada de ti.

Él asintió y tomó mi mano.

—¿No me dejarás? —su pregunta me hizo sonreír.

—Nunca —y mi respuesta le hizo sonreír a él.

—Bien, eso espero.

Una pregunta se me vino a la cabeza. De su respuesta dependía lo que fuese a pasar entre nosotros.

Me alejé un poco haciendo que suelte mi mano.

—¿Qué pasa?

—¿Tú me quieres? —le pregunté.

—Yo... no se.

—¿Qué sientes por mí, entonces?

—No te lo diré —frunció el ceño como un niño pequeño que se niega a hacer algo, se sentó en la cama y me miro.

—Tienes que decírmelo, sino esto no va a funcionar.

—A ver, mmm... me gusta estar contigo. Me siento cómodo, me siento... feliz.

—Eso no es querer. En una relación...

—¿Quieres una relación conmigo? —me interrumpió.