Mi Huracán De Felicidad [Terminada ✔]

Cpt. 01- ¡Tonto!

Narra Karol

Saqué una de mis maletas​ del coche, junto con mis padres.
Mi mirada fue directamente hacia la casa, es de tres pisos… wow, sinceramente, no me gusta que sea tan grande.

— ¿Y qué te parece, pequeña? —me pregunta mi padre poniendo sus manos en mis hombros.

Hice una mueca.

— Es muy grande —le respondí.

— Bueno, sí, es muy grande, pero te encantará por dentro. —dijo mi mamá, a mi lado.

— Voy a extrañar a mis amigos —les dije.

— Sí, pero para eso existe ahora la tecnología. Verás que es mejor. Además, te librarás de ese muchachito que te persigue —dijo mi padre, disgustado.

A mí tampoco me gusta hablar de él desde que lo descubrí engañandome con otra tipa, termine con él y me perseguía para todos lados, pidiéndome perdón y muchas cosas más.

Pero como dicen mis padres «de los errores se aprende». Y Mike fue un error. Eso no quiere decir que no vuelva a confiar en el amor ni nada, sino que esta vez, elegiré al correcto, ese amor que es para toda la vida. Como el de mis padres. Llevan muchos años casados y nunca los vi discutir, aunque me dicen que aveces tienen sus diferencias, pero nada grave. Los dos se aman y se que yo también amaré de la misma manera a alguien.

—Sí, ya hace unos​ meses que pasó y… Seguro haré muchos amigos —dije alentandome.

Siempre he tenido el poder de ser muy agradable, en menos de cinco minutos puedo hacer una buena amistad. Lo digo enserio.

—Tenlo por seguro —dijo mi madre— Saquemos las maletas, luego irás a escoger tu cuarto cariño —acaricio mi pelo.

—Sí, mamá —respondí.

—Bebé —me llamo mi papá— Lleva esa maleta que tienes —señalo la maleta en mi mano— Yo traeré las demás —me dijo con una sonrisa.

Asentí.

La maleta es con ruedas así que fue más fácil llevarla dentro.
Un mujer mayor con una sonrisa estaba en la puerta, la señora era muy linda, llevaba pocas canas en el pelo, unas pequeñas arrugas en las cienes y en alrededor de las comisuras de los labios, lo que significa que es de esas señoras que siempre están con una sonrisa.

Mi mamá siempre me dice que si hay algo que nos afecta, nunca debemos mostrarnos tristes, siempre con una sonrisa.

Y eso es lo que hice yo cuando descubrí a Mike. No es decir que «ay, yo sufro» y empiezo a llorar. O sea, si me dolió que me haya engañado pues no le costaba nada decirme que le gustaba otra y que yo ya no le gustaba, porque eso era lo nuestro, solo un gusto no amor.

—Hola —le saludé a la señora.

—Hola, niña —me dio una sonrisa tierna.

Continúe caminando y dejé la maleta cerca, porque aún no conozco la casa.
Salí y fui a la camioneta, mi padre y unos hombres más sacaban las maletas y las traían. Me les acerque, fui hacia el joven que cargaba mi otra maleta en su mano derecha y otra en su izquierda, le sonríe.

—Dame esa maleta, ya la cargo yo —le dije.

—No se moleste, señorita.

—No, dámelo, puedo yo.

Le quite mi maleta a la fuerza, ganando una sonrisa divertida suya, la lleve junto a la otra, luego me acerque a mi mamá.

—¿La maleta blanca con flores, donde está? —le pregunté.